La herencia de "El Borolas" Calderón: Villas de Salvárcar, Casino Royale y San Fernando

El presidente Felipe Calderón, recién bautizado como «El Comandante Borolas«, fue increpado por familiares de víctimas y gente agraviada por la violencia, en diversas ocasiones, por su cuestionada guerra contra la delincuencia organizada

Quizá uno de los sucesos más dolorosos para la sociedad mexicana fue la masacre de Villas de Salvárcar, en Chihuahua, donde 16 jóvenes fueron masacrados por sujetos armados. 

El ataque ocurrió entre la madrugada del 31 de enero del 2010 en una casa ubicada en la calle Villa del Portal.

Alrededor de 60 jóvenes festejaban. Todos eran alumnos de educación media y superior de diversas instituciones educativas como el CBTIS 128, Colegio de Bachilleres, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) y de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH).

El comando, integrado por al menos 20 sujetos, descendieron de 7 vehículos, ingresaron al sitio y dispararon contra los jóvenes. 

En aquel entonces el presidente Calderón realizaba una gira por Japón. Cuando le llegó la noticia se aventuró a decir que los jóvenes pertenecían a grupos pandilleros. 

Aunque Calderón se disculpó después, fue criticado abiertamente por sus desplantes al criminalizar a las personas. Después de este evento, mandó un operativo policíaco a Ciudad Juárez que a la postre resultó en un fracaso. 


Casino Royale
El 25 de agosto se cumplen ocho años de la tragedia en el Casino Royale, un ataque que dejó a 61 personas muertas luego que delincuentes le prendieran fuego.
A la fecha han dictado ocho sentencias, pese a que las primeras investigaciones arrojaron a 25 detenidos.
De acuerdo con información del gobierno de Nuevo León, el administrador del negocio dijo que el grupo delictivo exigía un pago semanal de 130 mil pesos para poder operar.

Desde el principio del gobierno de Calderón se hizo una norma salir a lamentar los daños colaterales del garrotazo al avispero, hasta el momento, las familias de las víctimas siguen buscando justicia. 


Masacre de San Fernando

También en agosto, al menos 74 migrantes fueron ejecutados en una bodega ubicada en un paraje rural de San Fernando, en Tamaulipas.

Los asesinos vendaron a los migrantes, los obligaron a apoyarse contra un muro y luego los balearon. Después les dieron tiros de gracia.
En aquel lugar quedaron los cuerpos de 24 hondureños, 14 salvadoreños, 13 guatemaltecos, 5 ecuatorianos, 3 brasileños y un ciudadano indio. 58 hombres y 14 mujeres.

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