La primera vez que México se conectó a internet sucedió en el Instituto de Astronomía de la UNAM, ubicado en Ciudad Universitaria.

Era el 20 de julio de 1989, hace 30 años y dos días, y un mensaje fue enviado desde el terreno formado con piedra volcánica del Xitle a la universidad de Boulder, Colorado, en Estados Unidos:

«Este primer mensaje es un pequeño paso para nosotros y un gran paso para la universidad», palabras que hacían eco de la llegada del Apolo 11 a la Luna en 1969.

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Detrás de esta hazaña histórica hay una mujer: la doctora Gloria Koenigsberger, quien gestionó con las autoridades universitarias y astrónomos de Estados Unidos establecer esa comunicación internacional.

La antena que hizo posible el intercambio todavía está en la azotea del instituto, aunque ya no sirve. En su momento costó 100 mil dólares y ahora se propone darle mantenimiento para preservarla objeto histórico, indica un comunicado de UNAM Global. 

Ese pequeño episodio vivido en Ciudad Universitaria, que pasó casi desapercibido entre la comunidad estudiantil porque se encontraba de vacaciones, fue el primer paso de un proceso que cambió la historia y que hoy es irrenunciable: la comunicación nacional e internacional vía internet.

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