La cumbre del G20 dio su respaldo a la tesis mexicana en materia migratoria expuesta recientemente en Osaka, Japón, por el canciller Marcelo Ebrard.
En la conferencia mañanera de este lunes, el titular de Relaciones Exteriores (SRE) aseguró que los líderes mundiales aprobaron la noción propuesta por México de que la atención a la crisis migratoria requiere resolver sus causas mediante la cooperación.
México trabaja para establecer obligaciones de corresponsabilidad entre países para abordar el problema migratorio que desafía hoy a países centroamericanos, México y Estados Unidos.
La cumbre acordó establecer en su punto 42 que los movimientos de refugiados son una preocupación mundial que requieren acciones compartidas para responder enfáticamente a las necesidades humanitarias.
Entre los países y organismos internacionales que dieron su respaldo a la estrategia mexicana se cuentan la Unión Europea, España, Alemania, Bolivia, Chile, Estados Unidos, 17 organismos de la ONU y otras ocho organizaciones internacionales.
Cinco vertientes de una estrategia
El plan migratorio mexicano se compone de cinco vertienes, recordó Ebrard.
La primera es la instalación de la Guardia Nacional.
La segunda es la aceleración en la capacitación de personal del Instituto Nacional de Migración para atender a quienes desean ingresar al país o atravesar su territorio rumbo a Estados Unidos.
La tercera es la expansión del programa Sembrando Vida en el sur del país para desarrollar la cooperación con los países de Centroamérica.
La cuarta es la prolongación de propuestas de trabajo en los albergues emplazados en la frontera para quienes esperan en México recibir audiencia ante las autoridades migratorias de Estados Unidos.
Y la última es la atención coordinada con Centroamérica y cuerpos organizados de las causas de fondo de la migración forzada, entre las que figuran la pobreza y la violencia.
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