“¡Pozol!”, decía el letrero en la puerta de una casona en la colonia Narvarte.
De inmediato regresaron a mi mente bonitos recuerdos de mis últimas vacaciones en la Laguna de Bacalar y sus siete colores espectaculares. Por ese gancho entré a Arde, una cafetería que sirve bebidas tradicionales y café.
El pozol, al igual que las otras opciones de la carta, es una bebida de origen maya proveniente de los estados de Chiapas y Tabasco, pero que igual ha sido adoptada en Quintana Roo, donde yo lo probé por primera vez. Consiste en moler cacao y maíz con un poco de agua para obtener un brebaje que funciona muy bien para refrescarse.
Lo que más se disfruta, además del sabor parecido al chocolate, es esa textura espesa coronada con la sensación de morder los trocitos de cacao que le agregan al servir.
Bajo ese mismo concepto sirven tascalate, también de Chiapas y con la particularidad de agregar canela y semilla de achiote a la mezcla. El sabor no varía mucho, pero se puede poner leche como base.
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Otras son el atlaquetzalli (cacao, hoja santa, flor de magnolia, pimienta y un toque de chile), el chilate (cacao, arroz, maíz y canela), cacao jengibre y cacao menta (con cacao, damiana y menta).
Por supuesto que además hay café de Veracruz, Nayarit, Oaxaca y Chiapas. El wifi te permitirá trabajar desde ahí o puedes simplemente relajarte en sus mesas y disfrutar de una bebida tradicional mientras lees un buen libro, inmerso en la tranquilidad de la Narvarte.
Siéntate una hora en la barra de Arde y platica con los socios sobre café, tienen mucho conocimiento para compartir.
Arde, Obrero Mundial 593, Narvarte, lun a sáb 9:30-20 h