Militantes de Morena solicitaron la intervención de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido para garantizar el cumplimiento de acuerdos para el proceso de renovación en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
El 7 de julio, el CEN de Morena se rebeló contra su presidenta nacional, Yeidckol Polevnsky. Con el voto de 144 consejeros se acordó la destitución de Carlos Suárez Garza como su representante ante el INE.
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Además, los consejeros nacionales ordenaron la creación de una comisión para dar seguimiento al proceso interno de renovación de la dirigencia, en la que se perfilan a participar la misma Polevnsky; la presidenta del Consejo Nacional de Morena, Bertha Luján; y el consejero Alejandro Rojas Díaz-Durán.
En un documento entregado a la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia al que tuvo acceso El Soberano, se advierte que los acuerdos tomados en asambleas previas no han sido respetados por la presidenta.
Entre los acuerdos, se determinó la notificación al INE sobre el cambio de representante y registrar el padrón actualizado de militantes de Morena, pues el último que tiene el INE es de 2015.
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En el documento, los integrantes del CEN instan a establecer mesas de diálogo y acusaron que se ha dado prioridad a nombramientos en lugar de resolver asuntos como la restitución del delegado del comité estatal de Aguascalientes, así como la notificación del cambio de representante del partido ante el Instituto Nacional Electoral.
Al respecto, Suárez Garza comentó que “por múltiples diferencias y presuntas conductas contrarias al estatuto”, continuará en su cargo hasta que sea el CEN quien le solicite la renuncia, “por lo pronto las resoluciones de este domingo las toma casi como una broma”.
