La escuela es nuestra, por fin

La educación siempre ha sido un tema fundamental en la discusión sobre el desarrollo de nuestro país. En el sexenio pasado se concentró la discusión en la responsabilidad de los maestros en enseñar según los parámetros que desde el extranjero se quisieron imponer de manera represiva y punitiva. La persecución y la retórica de rechazo a los y las maestras fue una embestida constante en el sexenio de Enrique Peña Nieto y mediante la aprobación e implementación de la mal llamada reforma educativa.

Este sexenio ha llegado con una de las grandes promesas para cambiar esta dinámica, retórica y política que poco ayudaron al desarrollo educativo de los niños y niñas, en especial de aquellos que viven en zonas marginadas y alejadas de las capitales. Dentro de la esta nueva promesa, surge el proyecto «La Escuela Es Nuestra» para dar de manera directa recursos que se destinarán al mantenimiento y construcción de planteles educativos.

«La Escuela Es Nuestra» es también parte de las dinámicas de desarrollo territorial que el gobierno que camina busca poner en marcha para impulsar desde lo local el desarrollo y bienestar de las comunidades. A través de asambleas serán electas las personas encargadas de realizar dichas actividades, mediante la conformación de comités escolares. Cabe resaltar que por primera vez se considera a los padres y madres de familia, además de niños y niñas a partir de 4º grado de primaria. Por primera vez las niñas y jóvenes podrán decidir y proponer ideas sobre el destino de los recursos de sus escuelas.

Los beneficiarios también podrán contar con el apoyo de las Servidores de la Nación , entre otros actores, quienes apoyarán en mantener el flujo de información y organización entre el gobierno federal y los comités. El objetivo de los Servidores de la Nación será poder lograr la adecuada intermediación entre padres de familia, niños, niñas y todos los involucrados en el comité para lograr que esta política se lleve a cabo de manera exitosa, integral y ordenada.

Así como el programa de construcción de caminos que inició hace poco en Oaxaca, este programa escolar podrá detonar no sólo el bienestar de los planteles educativos, sino también la organización popular, la economía, el combate a la corrupción y el involucramiento de todas las implicadas en el proceso de formación educativa de las niñas y jóvenes.

Al final del día, es mucho más fructífero que las comunidades se vean involucradas en la planeación, organización y ejecución de los proyectos y mejoras de sus espacios de convivencia y vida, frente a que se les impongan decisiones sin interlocución. Es por eso que este tipo de proyectos son tan valiosos, porque abren una amplia posibilidad de que la gente se involucre y pueda tomar decisiones sobre el desarrollo de lo que, en este caso, es lo más cercano que se tiene. Al igual que con las consultas populares, se le está regresando al pueblo su voz y voto en las decisiones del país.

Sofía Lameiro. Licenciada en Ciencias Políticas y Gestión Pública
por la Universidad de Guadalajara, militante de Morena, participó
en la organización de la estructura de defensa del voto,
colaboró en la Red por la Paridad y la Igualdad en el estado de Jalisco
y ahora es Servidora de la Nación en Guadalajara, Jalisco. 

@sofianosabia

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