Nos han llamado ejército electorero, operadores clientelares, activistas de Morena, los que sustituyen a “especialistas”, propagandistas y más. La prensa no se cansa de otorgarnos nombres y categorías que buscan demeritar la labor que los Servidores de la Nación, junto con toda lo que la nueva estructura gubernamental, realizan.
Sin fundamento alguno, difunden que la tarea de los Servidores de la Nación es la misma que la de los operadores políticos en tiempos del más rancio PRI. Aunque tal vez la confusión proviene de la ausencia de los Reglamentos Internos de la nueva administración pública, los cuales aún no se publican; su poco entendimiento a la Cuarta Transformación se ha manifestado por años contra AMLO y el movimiento que lo secunda, y ahora les ha dejado sin entender el fondo, y con ello las funciones que tendrán los Servidores de la Nación y el resto de la estructura de Bienestar. El cambio es profundo en la estructura del gobierno federal, y en términos operativos las cosas empiezan a tomar la forma de un cambio que por años necesitaba el país.
La función de los Servidores de la Nación es justamente facilitarle a la gente procedimientos con el gobierno federal. La dinámica y la relación ha cambiado drásticamente. Pasamos de hacer que adultos mayores hicieran filas desde las 6 de la mañana para poderse inscribir en un programa y recibir apoyos y que después tuvieran que volver a ir para recoger sus documentos; a lo de ahora, en que desde la comodidad de sus casas un servidor les visita y atiende, les anota en el programa social, les informa y les entrega su documentación.
La nueva estructura del gobierno empieza a salir de las oficinas (esas oficinas que estaban sólo en la capital de cada estado y en lugares lejanos a la mayoría de las colonias marginadas) y a construirse en la calle con la gente. Poco a poco se convierte en el gobierno que camina, literalmente.
Su funcionamiento se planeó para que no se lucre con las posiciones o con los programas sociales. Esto gracias a que ya no existen intermediarios para entregar recursos y a que se acaba con una estructura clientelar. Esta nueva institución que conforman los Servidores de la Nación buscará a la gente para atenderla de manera correcta y lograr que el pueblo y sus necesidades sean siempre el centro del funcionamiento del gobierno y su política.
La nueva lógica de la Cuarta Transformación va mucho más allá de poder ofrecer a la gente su inscripción en los programas sociales, con eso ya no se basta alguien para lograr una base social o su camino al poder. Para crecer políticamente se necesita de la gente, del pueblo, ese pueblo que no se deja de cualquier funcionario y que sabe identificar a quienes velan por los intereses de unos cuantos sobre los de muchos.
En la medida en que funcionarios o no sepan hacer política de la manera correcta, es decir, escuchando a la gente, sus necesidades y ayudándoles a resolver sus problemáticas sociales, en ese sentido, cualquiera de la estructura federal, o de cualquier otro lado, podrá probarse bueno para crecer políticamente y llegar al poder.
Sofía Lameiro. Licenciada en Ciencias Políticas y Gestión Pública
por la Universidad de Guadalajara. Militante de Morena, participó
en la organización de la estructura de defensa del voto,
colaboró en la Red por la Paridad y la Igualdad en Jalisco
y ahora es Servidora de la Nación en Guadalajara.
Twitter: @sofianosabia
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