La decisión de suspender la detención de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se debió a que estaban en riesgo muchos ciudadanos, a los cuales se decidió proteger y afirmó, fue una decisión que respaldó.
“Nosotros no queremos muertos, no queremos la guerra. Esto le cuesta entender a muchos. Pero la estrategia que se usaba convirtió al país en un cementerio. Nada por la fuerza. Todo por la razón y el derecho”, expuso.
López Obrador dijo que se trató de un operativo del Ejército, a partir de una orden de aprehensión, pero que tras el riesgo que corrieron los ciudadanos de Culiacán, se determinó suspender la acción.
“Tomaron decisiones que yo respaldo, que yo avalo porque se tornó muy difícil la situación y estaban en riesgo muchos ciudadanos, muchas personas, muchos seres humanos.
“Y se decidió proteger la vida de las personas y yo estuve de acuerdo con eso. No se trata de masacres, eso ya se terminó. No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas”, añadió.
El presidente de México reconoció que no será sencillo combatir la violencia ya que en los gobiernos del PAN y el PRI se dejó de avanzar el problema. “Tenemos que enfrentar a dos mafias: la delincuencia de cuello blanco, también dañina y las bandas de la delincuencia llamada organizada. Eso es lo que enfrentamos, pero con rectitud con honestidad, con justicia, vamos a garantizar la paz y la tranquilidad en el país”.
Expuso que no se fortalece el crimen organizado tras la decisión tomada ayer. “Cómo se va a fortalecer una organización que utiliza la violencia. Quien usa la violencia no tiene autoridad moral. (…)Puede que en una circunstancia se impongan. Son procesos que se tiene que ir dando, lo importante es mantener las convicciones, los principios, no zigzaguear. Tenemos una política definida para garantizar la paz y ya sabemos que no tenemos que hacer: el uso de la violencia, las masacres. Sabemos que eso no da resultados”, añadió.
