El asilo político otorgado a Evo Morales no generará una confrontación entre el gobierno de México y Estados Unidos y tampoco comprometerá la aprobación del TMEC, aclaró el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard y es que la relación bilateral, puntualizó, se funda en el respeto y no en la sumisión.
“Por lo tanto no espero ningún reclamo de la posición que México ha tomado sobre este asilo. No hemos tenido y no lo esperamos”, enfatizó en la conferencia matutina de este martes.
A decir del canciller, México tiene un gobierno fuerte y legítimo, el cual genera que el gobierno de Donald Trump lo respete. Además de que el asilo otorgado al expresidente de Bolivia se apega estrictamente a la Constitución mexicana y a su larga tradición de recibir a perseguidos políticos.
“México siempre le ha dicho a los Golpes militares, Golpes. La interrupción de un periodo de un Presidente a pedido de un Ejército se llama Golpe, no caben adjetivos sobre eso, independientemente de que haya un controversia electoral o no. Estados Unidos tiene su punto de vista”, refirió el canciller.
Y es que ayer el mandatario estadounidense Donald Trump celebró el derrocamiento de Evo Morales y declaró que con ello se daba un mensaje a los gobierno de Venezuela y Nicaragua, a los que calificó de ilegítimos.
Pero Ebrard fue claro, la base de una buena relación con el vecino del norte o de cualquier otra nación se da en el respeto a las diferencias. “Por fortuna tenemos una relación respetuosa con los Estados Unidos. No tenemos tensión”, afirmó.
El canciller señaló que con el asilo otorgado a Morales se dieron dos victorias: ganó en primer lugar la tradición mexicana de derecho de asilo y en segundo, ganó la posibilidad de una salida democrática en Bolivia.