Escribía Hannah Arendt que vivimos en un mundo en el que el cambio es tan constante que corremos el riesgo de olvidar qué es lo que ha cambiado. En ese sentido, a un año de la 4T vale la pena recordar qué se transformó. A continuación, retomo los que considero los temas principales y objetivos del nuevo gobierno después de su primer año:
a) La promesa obradorista: ‘primero los pobres’ se ha visto ya en el gobierno como una prioridad. Si bien es cierto que aún es pronto para medir la reducción de la pobreza, es evidente la intención de que los programas y beneficios sociales lleguen a la gente más necesitada sin necesidad de intermediarios. Sin embargo, la mayor deficiencia es que la economía no crece y no parece que lo vaya a hacer de manera significativa durante la primera mitad del sexenio. Cabe mencionar, este no es un problema solamente nacional, sino de escala mundial. En relación con esto, el pastel no parece ser más grande, sino que estará repartido de una manera mucho más equitativa. Anteriormente, la mayor parte del dinero se lo quedaban los intermediarios y no llegaba al pueblo.
b) PEMEX es la gran apuesta del Presidente. Los gobiernos anteriores dejaron a la empresa petrolera tambaleando, al borde del abismo. Para la 4T, PEMEX es la ‘gran palanca de desarrollo’ que permitiría en la segunda mitad del sexenio (después de una inversión gigantesca en los primeros años) financiar los programas sociales, la estrategia de seguridad, hospitales públicos y educación. AMLO considera que el petróleo sigue siendo un recurso estratégico. Ante la transición energética y el no muy alto precio del petróleo, ésta parece una apuesta arriesgada.
c) La lucha contra la corrupción va en serio. La Fiscalía General de la República y la Unidad de Inteligencia Financiera han hecho una gran labor en congelamiento de cuentas y en órdenes de captura de diversos políticos, empresarios e integrantes del crimen organizado. No obstante, hace falta dotar de más ‘dientes’ a la UIF y a la FGR. En el antiguo régimen, como una gran simulación, se capturaba a un chivo expiatorio o dos por sexenio.
d) Hay un antagonismo asumido desde el gobierno, dos bandos que parecen irreconciliables por un lado la 4T y el ‘pueblo’, por el otro la ‘mafia del poder’, el ‘antiguo régimen’, ‘los fifís’. No existe un partido opositor con capacidad de articular el aproximadamente 30% de descontentos con el actual gobierno a pesar de que la mayor parte de las organizaciones de la sociedad civil y los principales medios de comunicación buscan a toda costa menguar la aprobación del gobierno actual.
e) La política exterior se ha colocado como ejemplo, tras los papelones de los gobiernos anteriores con la invitación a Trump a México o la gestión de Castañeda en el gobierno foxista. México ahora ve al Sur del continente: ha intentado ser un mediador en la situación venezolana, asiló a Evo Morales y García Linera tras el golpe de Estado boliviano, recibió la visita del presidente electo de Argentina, Alberto Fernández. La política exterior mexicana ya no se dicta desde Washington.
f) El tema de seguridad sigue siendo el gran pendiente de esta administración. Es claro que hay una nueva estrategia basada en un nuevo cuerpo de seguridad, las investigaciones de la UFI y los programas sociales pensados para prevención del delito. Sin embargo, el congelamiento de cuentas bancarias y desmantelamiento de sus empresas son el golpe más efectivo al crimen organizado, reducen drásticamente su capacidad de operación, es ahí donde debe recaer la estrategia (en el plano inmediato). La gravedad del problema hace pensar: si la administración tiene éxito en esta materia, el mismo se vería reflejado hasta finales del sexenio.
AMLO llegó a Palacio Nacional con tres promesas centrales: acabar con la corrupción, ‘primero los pobres’ y pacificar el país. Hasta ahora, las primeras dos van tomando rumbo mientras que la tercera se asoma como el gran pendiente, el talón de Aquiles de la administración.
Alex Moreno. Licenciado en Geografía, UNAM-Universidad de Hamburgo. Primer lugar del Concurso Nacional de Tesis (2017), por la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales. Estudia la maestría en Ciencia Política en la Universidad de Essex.
@alexmrhdz