México no vería con buenos ojos ni aceptaría un gobierno de carácter militar en Bolivia, advirtió el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, y además informó, solicitará reunión urgente ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) para que explique por qué guardó silencio ante el Golpe de Estado que ocurrió en el país sudamericano.
«Nosotros lo vemos como un grave retroceso para la vida democrática de todo el continente, los golpes militares nunca han traído nada positivo, van en contra, suspenden la vida democrática, las libertades y los derechos de las personas, por consiguiente estamos muy preocupados», detalló en la conferencia de prensa matutina de este lunes.
Ebrard Casaubón argumentó que muchos países miembros de la OEA coincidirán con México en la postura de pedir una explicación del silencio que guardó la Organización ante el Golpe de Estado en Bolivia.
«El pronunciamiento de que renuncie el presidente en funciones electo legítimamente y no se dijo nada por parte de la Organización de Estados Americanos. El día de hoy vamos a pedir reunión urgente para tratar ese tema en particular porque es una interrupción de la vida democrática de un país», puntualizó.
El Canciller reiteró que México le ofreció asilo político al presidente legítimo Evo Morales, pero aclaró que aún no han recibido la petición. Lo que sí han registrado, dijo, es la petición de 20 funcionarios del poder ejecutivo y legislativo de Bolivia para ser resguardados en caso de que sufran persecución política.
El Golpe en Bolivia
El día de ayer, el presidente legítimo de Bolivia, Evo Morales anunció que convocaría a nuevas elecciones para evitar una confrontación política y con ello desactivar el Golpe de Estado que se fraguaba en su contra.
Sin embargo, tanto las Fuerzas Armadas como la Policía Nacional «sugirieron» a Evo renunciar a su cargo. Por lo que horas más tarde, el presidente informó de su dimisión para impedir un derramamiento de sangre.
Pero la gestión de Evo Morales, primer presidente indígena de Bolivia, se destacó por sus méritos económicos. En 13 años de gestión redujo la pobreza significativamente puesto que 3 millones de bolivianos pasaron de ser pobres a clase media. Además de que la industria energética se nacionalizó para beneficio de sus pobladores.
Apenas el pasado 24 de octubre, Morales ganó la elección presidencial con una ventaja de más de diez puntos porcentuales sobre su rival, el candidato Carlos Mesa. Por lo que democráticamente fue elegido para un cuarto mandato. Sin embargo, una auditoría de la OEA detectó supuestas irregularidades en el proceso electoral, por lo que Evo Morales decidió llamar a nuevas elecciones para superar el problema. No obstante, el sector conservador boliviano lo que realmente deseaba era detener el proyecto progresista y multicultural que representa el exmandatario.
