El Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) ‘Ismael Cosío Villegas’, introdujo al país de manera irregular sustancias como fentanilo y morfina. Eso fue lo que reveló la Revisión de la Cuenta Pública 2018 realizada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF). También se encontró que el personal del INER alteró diversas recetas médicas para sustentar la salida de farmacia de sulfato de morfina y citrato de fentanilo.
Al revisar diferentes expedientes clínicos, la ASF detectó que en el sistema se reportó 51.4% más sulfato de morfina del que realmente se prescribió a esas personas. Incluso se registró el cobro de morfina a un paciente, pero en su expediente no se identificó su aplicación.
El INER tampoco acreditó la aplicación en pacientes del 80% de los miligramos de morfina. Es decir, que de los 432 mil mg de sulfato de morfina que en 2018 salieron de la farmacia del INER, el instituto no pudo acreditar el destino de 345 mil 760 mg.
En el caso del ciltrato de fentalino, de 646 pacientes a los que el INER reportó que les fue suministrado en 2018, a 156, es decir 24.2%, se les emitió más de una receta médica en un mismo día, lo que significaría rebasar la dosis de 30 ámpulas establecidas como máximo en la literatura médica.
Según la Fiscalía General de la República (FGR), el Cártel del Pacífico y el Cártel Jalisco Nueva Generación, son los únicos que se dedican a la producción y tráfico de pastillas de fentanilo.