¿La ciudad de Oaxaca de Juárez es la ciudad que merecemos las oaxaqueñas y oaxaqueños? Seguramente sí, pero el gobierno, a ese sí que no lo merecemos. Los capitalinos tenemos varios años con gobiernos municipales deficientes, que han provocado el estancamiento de la ciudad en la mayoría de rubros para mejorar la calidad de vida de los habitantes.
Cada vez que llega un gobierno, un nuevo presidente municipal, se justifican en el pasado, en la administración que heredan y los fallos del pasado, pero nadie sabe cómo resarcir esas heridas, ni cómo enmendar el camino.
Eso es lo que le pasó al contador Francisco Martínez Neri, quien tiene lazos bien arraigados con la capital y Oaxaca por ser diputado local, luego diputado federal y antes que eso, rector de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca, mejor conocida como la UABJO, por eso ganó, por estar presente en la memoria de la gente, pero al llegar a la presidencia de la capital, se rodeó de un equipo con falencias evidentes que perjudican a su administración y, en consecuencia, a la gente, que padece la falta de compromiso del funcionariado del ayuntamiento.
Y los señalamientos son claros, desde el robo descarado del Encierro Primavera donde se enriquecieron varias personas como parte de este entramado de corrupción que quisieron minimizar al sacrificar a dos personajes menores, que sirvieron como chivos expiatorios para encubrir las torpezas de funcionarios cercanos a la presidencia municipal, hasta un hijo de priistas de quien nada se ha mencionado pero es uno de los grandes responsables, pero los favores políticos que le deben a su papá fueron suficientes para garantizarle la impunidad.
Pero si algo es grave en la capital, es la inseguridad, ya vimos que Ávila Ibarra no sabe lo que hace en una ciudad con las complejidades que tiene Oaxaca, pues en su desesperado afán por mostrar que medio trabaja, decidió apoyarse en las áreas de comunicación social y sus aliados para violar la ley, pues se han dedicado a difundir las fotografías y datos personales de presuntos infractores cuando son detenidos, sin importarle a la Policía Municipal que con ello violen el debido proceso, pues el sistema de justicia Acusatorio Adversarial, en su calidad de garantista, prohíbe la exhibición de las personas detenidas, pues cuando ellos lo hacen, ni siquiera han sido presentados ante el Ministerio Público, acción legal que muchas veces no hacen y esos detenidos que presumen, salen de los separos luego de la foto que les toman.
Pero es el tema de los servicios municipales el verdadero dolor de cabeza de los capitalinos que hemos padecido crisis agudas como la de la basura, esa que el pretexto inicial fue la herencia de administraciones nefastas que dejaron esto hecho un cochinero, pero como el desinterés permanece en este gobierno, ahora reventó más duro que nunca y ahora es una problemática de la que se tendrá que hacer cargo la siguiente administración municipal, porque con Neri, en lugar de solucionar decidieron “exportar” la basura a Pueblo, lo que implica un gasto elevadísimo para el erario, al tener que pagar cerca de 55 mil pesos por cada camión lleno de desechos, pero eso no es lo peor, sino que se siguen pagando rentas altísimas de los camiones recolectores, así como lo dejó Oswaldo García Jarquín, que generaron un nuevo problema tratando de solucionar uno ya existente, pero el tiro les salió por la culata, pues ahora no solo es el tema de los desechos sino el gasto millonarios para llevarse la basura.
Estos fallos gubernamentales no solo impactan a al capital, sino a la imagen que construye la 4T en el estado con el proyecto de la Primavera Oaxaqueña, pues el gobernador Salomón Jara ha buscado los canales adecuados para dar vuelta a la página en problemas como el de la basura, para resolver lo que le Ayuntamiento no puede, en cambio, dificulta las labores de gobernanza.
Con todas estas pifias y a pesar de las críticas tan severas al Ayuntamiento, la cabeza busca la reelección o algún otro cargo para el próximo año, conducta que se repite en más de una ocasión pues su círculo cercano también busca colocarse, hasta pagan campañas de posicionamiento (muy mediocres) sin que hayan dado resultados, pero apelan a los colores partidistas para seguir viviendo del dinero público.