En un hecho histórico para Baja California, la Gobernadora Marina del Pilar Ávila entregó este viernes las primeras tarjetas de pensión a un grupo de 65 policías jubilados de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC) y del Sistema Estatal Penitenciario (CESISPE), gracias al Fideicomiso de Beneficios Policiales, un programa pionero en el estado.
Este fideicomiso, que cuenta con un fondo inicial de aproximadamente 750 millones de pesos, asegura pensiones mínimas de 18 mil pesos mensuales, con ajustes anuales según la inflación, un mes adicional de aguinaldo y la posibilidad de heredar los beneficios a los familiares directos, como cónyuges e hijos. Además, se transforma la pensión humanitaria en un esquema vitalicio, lo que asegura estabilidad económica y médica a 231 familias de policías retirados.
La Gobernadora destacó que este programa no solo responde a una demanda histórica, sino que marca un hito en el reconocimiento a quienes han dedicado su vida a la seguridad pública del estado.
“Hoy no estamos devolviendo derechos, estamos creando derechos. Este es un momento histórico que quedará marcado para las futuras generaciones de policías”, expresó.
El Fideicomiso de Beneficios Policiales es una acción que tiene como objetivo garantizar la estabilidad a largo plazo de las familias de los ex elementos de seguridad, y se proyecta una ampliación del fondo en el próximo año con una inversión adicional de 250 millones de pesos.
En la ceremonia, acompañaron a la Gobernadora autoridades como el consejero jurídico Juan José Pon Méndez, el Presidente de la Federación Policial de Baja California, Alejandro Monreal Noriega, y el secretario de Seguridad Ciudadana, Leopoldo Tizoc Aguilar, quienes coincidieron en que esta medida representa un avance crucial en el reconocimiento y bienestar de las y los policías del estado.
Con esta entrega, el Gobierno de Baja California reafirmó su compromiso con quienes han servido al estado, abriendo un nuevo capítulo de justicia y dignidad para los agentes jubilados y sus familias.