En un reciente evento de entrega de pavimentación en la colonia Mezquites, el alcalde de Chihuahua, Marco Bonilla, hizo una declaración que ha generado rechazo: «Si solo nos dedicáramos a dar becas, que pelada sería». Esta afirmación ha sido interpretada por el Pueblo como una radiografía del pensamiento conservador que ha caracterizado a los gobiernos del PRIAN durante las últimas tres décadas.
Estas declaraciones reflejan una postura no prioriza los programas sociales directos, una característica distintiva de los gobiernos del PRIAN. Durante los últimos 30 años, esta visión ha sido criticada por muchos sectores del Pueblo de México, quienes argumentan que ha contribuido a la desigualdad y al limitado acceso a oportunidades para las clases más desfavorecidas.
El enfoque de Bonilla, es visto como una continuación de las políticas neoliberales que han beneficiado a ciertos sectores económicos a expensas del Bienestar social general. Estas ideas, perpetúan un modelo de desarrollo que ha sido incapaz de resolver problemas estructurales como la pobreza y la desigualdad. La insistencia en que los programas sociales generan dependencia y limitan la libertad individual es una narrativa recurrente en los discursos conservadores, que ha sido utilizada para justificar la reducción de estos programas en favor de políticas de mercado.
Las declaraciones de Marco Bonilla no solo reflejan su visión personal sobre la administración pública, sino que también son un eco de las políticas conservadoras que han marcado la historia reciente de México bajo los gobiernos del PRIAN.
