Por: Máximo Allende
El Gobierno de México dispersará vía cheque a más de 700 ex trabajadores del INAI esta tarde mediante un sistema de bloques.
A quienes laboraban en el Instituto, les solicitan para recibir su cheque, una identificación oficial, identificación de la institución y tarjetón de estacionamiento de ser el caso. Durante el proceso de entrega – recepción, el Instituto reportó la entrega de 153 resguardos (oficinas, bienes muebles, entre otras). Sin embargo, llama la atención que en el oficio «Reporte final de entrega de 718 resguardos de bienes muebles» del cual El Soberano tiene copia, se consigna que 6 trabajadores eventuales, auxiliares y jefes de departamento, no reportaron tener bajo su resguardo ni siquiera un escritorio, silla de oficina o computadora lo que sugiere podría tratarse de aviadores toda vez que al menos 3 de los seis funcionarios tenían un salario superior a las 44 mil y hasta los 130 mil pesos mensuales y estaban adscritos a la Dirección General de Administración o ponencias, desempeñando labores técnico administrativas que demandaban herramientas de oficina.
Es decir, al menos 3 de los 6 trabajadores que reportaron no tener ningún bien material mueble bajo su resguardo, presuntamente desempeñaban trabajo de oficina en la Dirección General de Administración. En ese orden de ideas, es valido cuestionarse si dichas personas trabajaban en condiciones indignas, sin un espacio fijo para el desempeño de sus actividades tales como un escritorio y silla o simplemente no requerían dichos materiales pues eran aviadores.
El caso más escandaloso es el de Eder Emmanuel Molina Esquivel, que según la aún activa Plataforma Nacional de Transparencia, tenía un sueldo de más de 130 mil pesos al mes y ocupaba el cargo de Secretario de Ponencia. Molina Esquivel no reportó ningún resguardo a la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno. ¿En dónde trabajaba? ¿Con qué elementos? Hoy está considerado en el bloque 3 para recibir un jugoso cheque de liquidación.
En esta misma línea, resulta pertinente poner especial atención en la percepción salarial de Eduardo Lima Estrada, quien ostentaba el cargo de Jefe de Departamento Consultor Auditor. De acuerdo con la información disponible en la Plataforma correspondiente, dicho funcionario percibía una remuneración mensual que ascendía a la cantidad de 44,368.71 pesos.
Finalmente, no puede dejar de señalarse el caso de Gilberto Martínez Romero, quien se desempeñaba como Jefe del Departamento de Análisis y Estudios de Ponencia A. Lo anterior no deja de ser sorprendente, sobre todo al considerar que el mencionado servidor público percibía una remuneración que ascendía a la nada despreciable suma de 44,368.00 pesos mensuales. Tal cifra, en contraste con las condiciones mínimas de infraestructura asociadas a su cargo, genera dudas razonables sobre la proporcionalidad entre los recursos erogados y las condiciones efectivas para el desempeño de sus supuestas responsabilidades.
Al momento de la redacción de esta nota, la Secretaría Anticorrupción está abriendo a la fuerza las bodegas No. B1, Numero 29 y No.B3 del extinto INAI donde se resguardan documentos de Cumplimiento y Responsabilidades y documentos de Desarrollo Humano y Organizacional que por omisión del ex-director de administración, quedaron cerradas bajo llave y aún cuando se le solicitó con antelación la apertura de la misma, hizo caso omiso.
Imágenes adjuntas:
En atención al derecho de réplica que garantiza El Soberano a nuestros lectores, compartimos la emitida por el C. Eduardo Lima Estrada, al tenor de la siguiente carta: