Loera propone entregar agua a Texas y vuelve a encender al campo y a Morena

El senador de Morena, Juan Carlos Loera de la Rosa, actual presidente de la Comisión de Asuntos de la Frontera Norte en el Senado de la República, ha vuelto al centro de la polémica nacional tras presentar un punto de acuerdo con el que exhorta al Estado mexicano a priorizar el uso del agua de Chihuahua para cumplir el Tratado Internacional de 1944 con Estados Unidos, a pesar de la crítica situación de sequía que atraviesa el estado.

En el documento legislativo, Loera plantea de forma explícita que la Comisión Nacional del Agua debe coordinar operativos para facilitar la transferencia de agua desde los distritos agrícolas del norte del país hacia Estados Unidos, con el fin de evitar represalias diplomáticas o comerciales. Además, exhorta a los gobiernos estatales y municipales a “abstenerse de realizar actos que pongan en riesgo la integridad diplomática del Estado mexicano”, en una redacción que ha sido interpretada como una amenaza velada contra los sectores agrícolas que históricamente han defendido el agua como patrimonio local.

La propuesta ha causado indignación entre productores, líderes de distritos de riego y amplios sectores de la sociedad civil, al considerarse una renuncia abierta a los intereses de Chihuahua para satisfacer demandas de Texas. No es la primera vez que Loera entra en conflicto con el sector agrícola: en 2020 y 2021 fue expulsado con huevazos de comunidades como Delicias y Rosales, tras su fallido manejo como delegado federal del gobierno de México en el estado por el pésimo manejo del conflicto hídrico. Aquella gestión, marcada por su ambigüedad y falta de compromiso con los productores, fue considerada por muchos como una de las principales causas de la derrota electoral de Morena en la gubernatura de Chihuahua en 2021.

Pero las críticas no provienen únicamente del campo. Militantes y cuadros internos de Morena han manifestado un creciente malestar ante el comportamiento del senador, quien ha escalado en semanas recientes una serie de ataques públicos contra figuras de su propio partido. En particular, ha arremetido contra la delegada del Bienestar, Mayra Chávez, representante directa del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum en Chihuahua, y contra el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, también de Morena.

Las inconformidades dentro del movimiento no se han hecho esperar. Diputadas locales, alcaldes y liderazgos de base han calificado la actitud del senador como divisionista, oportunista y peligrosa, al anteponer su agenda personal por encima del llamado a la unidad hecho por la presidenta de la República.

Además, se han señalado presuntos intereses personales de Loera en Estados Unidos, lo que alimenta las sospechas de que su punto de acuerdo no obedece a una convicción diplomática, sino a compromisos privados fuera del país. “No hay una sola mención a los derechos del campo, ni a la soberanía hídrica de Chihuahua. Todo gira en torno a quedar bien con Estados Unidos”, denunció un líder distrital del sector agrícola consultado por este medio.

En su exhorto, Loera llega incluso a solicitar a la Secretaría de Relaciones Exteriores que emita un posicionamiento público en el que se “reconozca públicamente la cooperación del estado de Chihuahua para sostener la paz hídrica con nuestro principal socio comercial: los Estados Unidos de América”, lo cual ha sido calificado como un acto de sumisión y entrega, particularmente grave viniendo de un legislador que representa al pueblo chihuahuense.

La propuesta ha encendido las alarmas no solo en el campo, sino también en el corazón de Morena, donde crece la percepción de que Juan Carlos Loera ha dejado de ser un activo del movimiento y se ha convertido en un factor de fractura, desgaste y confrontación constante, tanto dentro como fuera del partido.

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