El Presidente de Colombia, Gustavo Petro, manifestó su aval a una iniciativa impulsada por senadores estadounidenses que busca prohibir los bombardeos en el Mar Caribe por parte de Estados Unidos, advirtiendo que lo que se vive es el inicio de “una guerra contra toda América Latina y el Caribe.”
Petro aseguró que existen “indicios” de que la más reciente lancha bombardeada por EE.UU. era colombiana y transportaba ciudadanos de su país. Denunció que estos ataques, en nombre de la lucha contra el narcotráfico, están empleando una lógica desproporcionada y que podrían constituir homicidios extrajudiciales si se confirma la identidad de las víctimas.
El mandatario recordó que el Congreso de EE.UU. no ha autorizado estas operaciones militares, por lo que considera que las acciones son ilegales y representan una amenaza geopolítica: “No hay una guerra contra el contrabando, lo que hay es una guerra por el petróleo”, afirmó.
En ese contexto, Petro respaldó la medida propuesta por los senadores Adam Schiff y Tim Kaine, quienes pretenden obligar al Senado estadounidense a votar una moción para bloquear el uso de las Fuerzas Armadas por parte del presidente Donald Trump en ataques marítimos en el Caribe.
La escalada diplomática se intensificó luego de que la Casa Blanca pidió a Petro retractarse de sus acusaciones sobre la nacionalidad de la embarcación atacada. En respuesta, el presidente colombiano exigió que se dé a conocer la identidad de las víctimas y de los responsables del bombardeo, para verificar si sus declaraciones eran infundadas o estaban fundamentadas.
Este episodio marca una nueva fase de confrontación entre Colombia y Estados Unidos, en medio de acusaciones mutuas y tensiones regionales crecientes.



