El presidente argentino, Javier Milei, logró una inesperada victoria en las elecciones legislativas del domingo, con su partido La Libertad Avanza obteniendo casi el 41% de los votos, según los resultados oficiales. El triunfo permitirá al gobierno ampliar su bancada en la Cámara de Diputados y el Senado, aunque sin alcanzar mayorías propias.
El resultado se da en un contexto de ajuste fiscal extremo, inflación controlada y reducción de la pobreza, pese a que la actividad económica y los ingresos reales de la población muestran estancamiento. Analistas coinciden en que los votantes, especialmente jóvenes, optaron por mantener un “crédito abierto” al cambio propuesto por Milei frente a la “casta” política tradicional.
El oficialismo obtuvo victorias clave en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza, y consolidó alianzas en la Ciudad de Buenos Aires con el partido PRO de Mauricio Macri. Milei indicó que buscará acuerdos con fuerzas locales para impulsar reformas y mantener vetos presidenciales a leyes que no apoye.
El mercado reaccionó favorablemente: el peso argentino subió 10%, los bonos marcaron récords y el índice bursátil local creció un 20%. Incluso, el expresidente estadounidense Donald Trump felicitó a Milei, destacando el impacto positivo en la economía y los mercados financieros.
Los analistas subrayan que la oposición careció de propuestas claras, mientras que Milei pudo capitalizar su imagen de outsider y su discurso antisistema, lo que le permitió sortear escándalos y consolidar su posición política.
Con este resultado, Milei reafirma su liderazgo y la influencia de su proyecto ultraliberal, aunque enfrentará el desafío de negociar gobernabilidad con un Congreso aún fragmentado.




