El gobierno federal alcanzó esta madrugada un pacto con los productores de maíz de los estados de Jalisco, Michoacán y Guanajuato, tras varios días de bloqueos carreteros que paralizaron importantes tramos viales en la región del Bajío. En el acuerdo se estableció un apoyo adicional de 950 pesos por tonelada de maíz para aproximadamente 90 mil productores, con un límite máximo de 200 toneladas por beneficiario.
Además del subsidio, el paquete incluye acceso a créditos a tasa preferencial y seguros agropecuarios para proteger a los campesinos frente a sequías, inundaciones o plagas. Como parte del compromiso, los gobiernos federal y estatal compartirán la aportación del apoyo económico. A cambio, los líderes locales agrícolas firmaron liberar los puntos de bloqueo, lo que permitirá restablecer la movilidad en las carreteras de la zona.
Como complemento estratégico, se acordó la creación del “Sistema Mexicano de Ordenamiento de Mercado y Comercialización del Maíz”, que buscará fijar precios de referencia, promover acuerdos directos entre productores e industria, y dar mayor certidumbre a los agricultores sobre el momento de venta de sus cosechas. El objetivo es evitar que el precio del maíz dependa únicamente de la volatilidad internacional y asegurar una remuneración más estable para los campesinos del país.
El gobierno reconoce que este avance representa un respiro para el campo mexicano y un paso importante para la soberanía alimentaria. Sin embargo, los productores señalaron que vigilarán el cumplimiento puntual del apoyo y la implementación de las reglas operativas, y advirtieron que permanecerán atentos a que las promesas se transformen en resultados concretos.




