El Secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, afirmó que se sigue trabajando en todas las líneas de investigación sobre el asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, y que ya se tiene identificado el lugar donde se alojaba el agresor del presidente municipal. Desde el primer momento, las autoridades han descartado negligencia en la protección del edil y han destacado la coordinación entre distintos cuerpos de seguridad.

Contrario a algunas versiones que aseguraban que Carlos Manzo no contaba con protección federal, García Harfuch confirmó que desde diciembre del año pasado el alcalde tenía asignada seguridad oficial, y en mayo se reforzó este esquema. “Su seguridad estaba a cargo de policías municipales y de la Guardia Nacional con 14 elementos, además de dos vehículos oficiales”, detalló el secretario. Esto demuestra que el presidente municipal contaba con vigilancia constante y medidas preventivas.

El funcionario explicó que, pese a que el agresor no portaba identificaciones, el arma utilizada en el ataque está vinculada con al menos dos enfrentamientos previos entre grupos delictivos de la región, lo que refuerza la hipótesis de que el ataque fue premeditado y dirigido. Para esclarecer los hechos, se están revisando los videos del C5, se realizan entrevistas a testigos y se han solicitado imágenes de comercios cercanos para recabar la mayor cantidad de información posible.

García Harfuch subrayó que “no habrá impunidad” y que las investigaciones continuarán hasta detener a todos los responsables. El titular de seguridad insistió en que el esquema de protección asignado a Manzo no tuvo fallas y que los hechos violentos no se deben a una ausencia de vigilancia, sino a la complejidad del crimen organizado en la región, que opera con una violencia extrema y difícil de anticipar incluso con medidas preventivas.