La Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó la falta de respuesta internacional ante la toma de El Fasher, capital de Darfur del Norte, por parte de la milicia Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), tras un asedio de más de 500 días. Según los reportes, cientos de civiles fueron ejecutados, incluyendo a casi 500 personas asesinadas dentro del Hospital Materno Saudí, mientras miles más huyen en condiciones inhumanas.

El jefe humanitario de la ONU, Tom Fletcher, advirtió que la ciudad ha “caído en un infierno aún más oscuro”, denunciando violaciones, mutilaciones y asesinatos con total impunidad. La subsecretaria general para África, Martha Pobee, alertó que el conflicto se está expandiendo hacia otras regiones como Kordofán y el Nilo Azul, lo que podría derivar en atrocidades masivas y violencia étnica generalizada.

El organismo internacional recordó que los hechos en Darfur evocan los crímenes cometidos hace dos décadas, cuando el mundo también miró hacia otro lado. “Sangre en la arena. Sangre en las manos”, dijo Fletcher ante el Consejo de Seguridad, señalando que la crisis de Sudán representa un fracaso global de protección y de responsabilidad humanitaria.