Ni una semana ha pasado desde el asesinato del alcalde Carlos Manzo y lo peor de la oposición ya está usando su imagen y su sombrero para promover sus propias agendas y ambiciones.
Para ellos, el dolor, la indignación y el miedo del Pueblo no son más que herramientas para hacer política y estrategias frívolas de marketing. Por más sombreros que se pongan, por más consignas que les arme su equipo de mercadotecnia, por más mensajes que redacte su “community manager” y por más causas de las que intenten colgarse, jamás estarán del lado del Pueblo.
No caigan en el juego de quienes utilizan una muerte para intentar evadir impuestos y manipular a la ciudadanía.



