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A México se le respeta

Por estos días, comentaba con mis alumnos de la Facultad de Derecho de la UNAM que parecía ser un personaje más de la novela del escritor norteamericano John Reed Los 10 días que cambiaron al mundo. Les decía que debíamos abrir muy bien los ojos, los oídos, pero, sobre todo, las mentes, ya que nos encontrábamos ante hechos trascendentales para la memoria de nuestra hermosa nación.

El marco histórico no podía ser más oscuro: la ascensión al poder de un neofascista en la nación más poderosa económica y militarmente que jamás se haya conocido, con la agravante de que dicho país hace frontera con el nuestro. Aunado a esto, venimos del inicio de un régimen que rompió con más de 30 años de un neoliberalismo rapaz y que, desde 2018, nuestra nación dio un viraje de 180 grados hacia la construcción de un México de desarrollo, pero con prosperidad.

Hoy nos encontramos con el primer gobierno que da continuidad, con la virtud de que es con la llegada de una mujer, una científica que ha demostrado ser una política y diplomática de altura, y que ha tenido el carácter suficiente para enfrentar a Donald Trump, pero, sobre todo, para, con paciencia y método, dar los pasos necesarios para contrarrestar la imposición del 25% de aranceles a todos los productos que México importe a Estados Unidos.

En esta lógica, el día de ayer, durante la Mañanera del Pueblo, la Doctora Claudia Sheinbaum leyó un comunicado de gran relevancia que no tiene desperdicio. En él hizo un llamado claro y contundente a salir a las calles y encontrarnos este domingo 9 de marzo al mediodía en el Zócalo democrático de la gran Ciudad de México, para demostrar que tenemos mucha Presidenta y mucho pueblo que la respalda frente a la decisión unilateral del imperialista Donald Trump de imponer los citados aranceles de forma injustificada a nuestro país. Todo esto a pesar del tratado comercial vigente entre México, Estados Unidos y Canadá, así como de cualquier otro embate proveniente del exterior.

Por años fuimos presa de gobiernos entreguistas y serviles, lacayos de los intereses de otros países. Hoy, ¡no más! ¡Que se escuche fuerte y claro! México no se doblegará ante las presiones de un gobierno extranjero. Por ello, resulta tan importante acudir al Zócalo este domingo para enviar un mensaje tanto a los adversarios internos como externos: la gran mayoría del pueblo de México apoya a su Presidenta. Desde el inicio de su administración, ella ha realizado un trabajo excepcional en la defensa de los intereses económicos del país, de los sectores productivos, de la dignidad de su gente y de la soberanía nacional.

Como lo hemos afirmado en Morena: ¡México es mucho pueblo! Lo comprobé el día de hoy en una asamblea informativa en la Unidad Habitacional José María Morelos, aquí en nuestra querida Iztapalapa. Al invitar a las y los vecinos a la Asamblea Informativa de este domingo, me impresionó no solo la forma en que recibieron la información, sino cómo debatían y planteaban argumentos sólidos en defensa de la soberanía nacional. Se comprometieron a hacer suyo el plan estratégico de nuestra Presidenta.

Esto me confirma la justeza del proyecto renovador de Morena y de la Doctora Sheinbaum, quien ha demostrado que el Segundo Piso de la Transformación continúa construyéndose bajo un modelo humanista que prioriza el bienestar del pueblo, especialmente de los más desprotegidos y las comunidades históricamente marginadas, por encima de los intereses de unas cuantas élites.

Asimismo, desde este espacio hacemos un llamado a la unidad, confirmando que se trata de una reafirmación de principios y un acto de resistencia ante quienes intentan menoscabar nuestra autonomía y libertad como país. Frente a aquellos que buscan dividir y sembrar discordia, este es un acto de fuerza colectiva en defensa de lo que somos y de lo que hemos logrado, de aquello de lo que estamos orgullosas y orgullosos, porque hoy contamos con un gobierno que realmente nos representa.

Por todo esto, la cita en el Zócalo democrático de la gran Ciudad de México es —además de un acto de absoluto respaldo a la Presidenta— un recordatorio de que cada uno de nosotros juega un papel importante en la lucha por un México más justo y que, en este proceso de transformación histórica, somos protagonistas. Somos un Pueblo soberano.

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