Mientras el mundo occidental liderado y forjado por las élites mundiales del Norte Global demuestra un claro retroceso político donde la derecha más conservadora vuelve a retomar espacios gracias a sus discursos discriminatorios, nacionalistas, religiosos, polarizantes y extremistas, entre otros calificativos, pone en el debate si existe un declive de la política de los “países desarrollados” con el regreso de esta ola derechista como se pudo ver en las ultimas elecciones del parlamente europeo y que hizo que el propio presidente conservador de Francia, sintiera el riesgo y preocupación del avance de una derecha aún más extremista.
Estos hechos, sumados a la guerra de Rusia y Ucrania más el sangriento genocidio del pueblo de Palestina por parte de Israel, ante los ojos y complicidad de la comunidad internacional que mucho depende de estos grandes “países desarrollados”, demuestra claramente un declive político del Norte Global que en los últimos años en lugar de avanzar parece que ha entrado en un ciclo de retroceso.
A diferencia de este contexto, en el Sur Global se ha ido cimentando una transformación política social de muestra de dignidad para nuestra región latinoamericana y el mundo, y con mayor fuerza tras la reciente elección de Claudia Sheinbaum para dirigir la presidencia del próximo Gobierno de México y seguir con el segundo piso de la Transformación, tras un avasallador triunfo democrático.
Este logro no solo fue alegría nacional, sino que mundialmente hizo que México fuera muestra de ejemplo, primeramente porque una mujer será primera vez presidenta, antes de muchos países que se consideran “vanguardistas”, y no solo por ser mujer sino por proyecto político que representa, un proyecto que dignifica al Pueblo de México y que a nivel mundial se ha erigido como un proyecto con dignidad que no se ha sometido a las directrices de las elites mundiales, que ha decidid con el respaldo del pueblo, forjar su desarrollo a su manera entendiendo sus realidades, y que ahora ha hecho que una mujer tome las riendas del país para seguir transformándolo.
Dentro de los grandes retos que afrontará la Dra. Claudia Sheinbaum, está sin duda seguir siendo ejemplo de progresismo a nivel regional e internacional, con una postura acorde a lo que representará la profundización de la Cuarta Transformación, porque (como pasa desgraciadamente a nivel social) cuando una mujer llega a un puesto de poder, muchos quieren y esperan que falle, pero nuestra próxima Presidenta empezó desde abajo y sabe el gran lugar en la historia que está por tomar y el mundo no pasará desapercibido.
