Contrario a lo que se pensaba, en Azcapotzalco se respiran aires de cambio, el ánimo está prendiendo a lo largo y ancho de la Alcaldía durante este proceso electoral.
De manera importante, en cada colonia, barrio y calle, los vecinos de la demarcación responden bien al llamado por cambiar a la actual administración panista, la cual se ha distinguido por ser gris y no tener tacto para con la ciudadanía. Por el contrario, han llegado a reprender y/o amenazar a sus mismos trabajadores por pensar diferente a ellos —ese sí es autoritarismo—.
Las personas ven con ánimo un camino que se construye hacia una nueva gestión encabezada por Morena en Azcapotzalco, por la sencilla razón de que quienes hoy detentan el poder local no hicieron la tarea los últimos tres años que estuvieron en el encargo —mismos que pelean con su propia sombra—.
Este posible revés a un gobierno de derechas trae consigo una responsabilidad importante: no fallar. Pueden existir administraciones eficientes y que tengan satisfechos a ciertos sectores sociales; sin embargo, la diferencia que tienen los gobiernos de izquierda es que están encaminados a profundizar los derechos de las personas, así como garantizar acceso universal a los servicios públicos sin distinciones sociales; es decir se gobierna para todos.
Por ejemplo: velar por el cobro cero de las actividades deportivas y recreativas en los espacios públicos (algo que actualmente no sucede en Azcapotzalco).
De entrada, tener parques, jardines, deportivos y centros culturales en óptimas condiciones y con disponibilidad para el disfrute de la ciudadanía es una de las grandes apuestas de Nancy Núñez, candidata de la coalición “Sigamos Haciendo Historia en la Ciudad de México”, de Morena-PT-PVEM. Sin duda la rehabilitación y renovación de las áreas comunes es un gran reto, pues muchos años en el abandono requieren de una inversión importante para acabar con el atraso.
Invertir en el espacio público de calidad es parte, también, del combate a las causas de la violencia e inseguridad; pues se requieren buenos ambientes para el sano desarrollo de las personas, y con la capacidad de influir en la gente para generar otro tipo de intereses contrarios a lo que representa la postración causada por la imposibilidad de realizar actividades deportivas, artísticas y culturales de manera asequible.
Pero, más allá de la promesa, hay que ser conscientes que los gobiernos de Morena que emanen de la construcción del llamado segundo piso de la Transformación no pueden fallar en muchos aspectos; pues el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador estará por pasar a la historia y se tendrán que crear nuevos cuadros capaces de “continuar” y conducir la esperanza de muchas personas y generaciones que han luchado por un país más justo e igualitario.
Es decir, tener capacidad para gobernar tendrá que verse reflejado en la solución a los problemas territoriales, así como dejar ver el trabajo de los recursos públicos en obras que beneficien a las personas. Se dice fácil, pero tiene su “chiste” lidiar con la burocracia.
A nivel nacional, en la Ciudad de México y en Azcapotzalco hay con quienes caminar, pero lo más importante es que no se debe fallar a la hora de encabezar gobiernos diferentes, para y por la gente.
P.D.: El PAN ya se va de Azcapotzalco.