Daniel Juarez Horizontal

Comedores escolares para todos

Cuando fui a la universidad, uno de los edificios donde tomábamos clases tenía por nombre “El ex comedor universitario”, para ese momento de mi vida no asimilaba que en algún momento mi universidad tuvo un comedor para toda su comunidad y comer a bajo costo en contraste a lo que me tocó vivir y sigue pasando: tiendas concesionadas e incluso franquicias dentro de las escuelas públicas.

Eso solo es el reflejo de cómo el neoliberalismo despojó de derechos al pueblo, para hacer negocio a través de este. Es lo que ocurrió en prácticamente todos los ámbitos de la vida pública donde se comenzó con un esquema de servicios que proveía el Estado para dejarlo a manos de terceros y con esto lucrar.

Traigo esto a memoria, porque recientemente mi hija junto con una buena parte de sus compañeros organizó un llamado a las autoridades escolares de su preparatoria (ENP 6) para que se hiciera el esfuerzo por contar con un comedor propio de la escuela y que no tuvieran como única opción comprar en una cafetería con alimentos ultra procesados, de baja calidad y a altos costos. Por su parte las autoridades académicas no tomaron con tan buen ánimo la propuesta y han buscado con prácticas intimidatorias no aceptar la solicitud de la comunidad estudiantil.

Queda claro que en muchos espacios las prácticas del mal uso de los recursos públicos permanecen y que utilizar su poder para hacer negocios personales a través de estratagemas que los favorecen es moneda corriente. Por eso la nueva política pública desde el gobierno federal respecto a los ambientes saludables en la escuela, tiene como pilar que dentro de las mismas existan comedores habilitados con alimentos saludables dentro de las escuelas y sobre todo a bajo costo; justo lo que demanda una comunidad estudiantil como un derecho.

Es momento de que las escuelas entiendan que ya estamos en otro momento de nuestra historia como país y que existe un movimiento popular que comanda los destinos de la nación, donde justo las demandas por el bienestar son fundamentales en este proceso histórico y resistirse a estos procesos solo es una práctica de no entender lo que el pueblo exige; por lo tanto me parece pertinente que las autoridades de entidades públicas deben asimilar la realidad que ocurre en todo el país y dejen de usar malas prácticas para obtener beneficios personales. Proveer a tus alumnos de condiciones dignas es una obligación y deben dejar el modelo que ve a las personas como una mercancía y no como una persona garante de derechos.

Los comedores escolares ya sea gratuitos o a bajo costo es un paso más en la transformación de México, una cuestión de dignidad y bienestar por lo que oponerse a esto no solo generará repudio por una comunidad de estudiantes, sino de todo un Pueblo que es consciente de lo que le pertenece por derecho.

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