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Comienzan nuevas legislaturas o administraciones y siguen las traiciones

Faltan semanas o meses para que inicien su período nuevos presidentes municipales o diputados, y ya hay quienes han renunciado a los partidos gracias a los cuales obtuvieron sus nombramientos.

Esto no debería sorprender, pues ha sido el pan de cada día de la política mexicana en los últimos tiempos. Lo que sí sorprende es que suceda en el partido que está acompañando al Presidente en la Cuarta Transformación.

Morena, y en general distintos espacios de la actual administración, no han sabido, o no ha querido, entender que para los nuevos tiempos se requieren nuevos perfiles. En el 2018 se pudo entender —como un razonamiento pragmático— la incorporación de algunos cuadros antes opositores debido a la cantidad de votos que pudieran llevar a Morena y también la falta de estructura del mismo partido en distintos lugares de la república. Sin embargo,  tres años después ya no es excusable seguir dando esos espacios y oportunidades a los opositores, pues hemos podido ver que la mayoría continúan con las “mañas” del pasado y hay quienes traicionan el movimiento abiertamente.

Ya no hay excusas para decir que no hay perfiles suficientes, porque este lapso ha permitido ver que hay mucha gente dispuesta a sumar conocimientos y servicios a la 4T, pero —sobre todo— que están convencida y comparte la visión del Presidente de la República por cambiar el país.

Si el partido no ha sido capaz de formar cuadros eficientes durante tres años, solo habla de su mal estado, pues no se puede ir a ciegas en cada rincón de la República dando espacios a quienes ni conoce y hacerlos diputados o presidentes, solo porque así lo recomendaron un grupo de allegados sin investigar si tienen respaldo de la mayoría de la población, si tienen un pasado de servicio social y —sobre todo— si tienen vocación de ayudar.

Hoy tenemos diputados cambiando de partido, senadoras golpeteando al Presidente un día sí y otro también y agregadas culturales que son críticas furibundas del proyecto de nación.

“El Pueblo no es tonto” ha dicho el Presidente, y lo que está pasando es un aislamiento entre la gente que lo apoya y el grupo de funcionarios y legisladores de la 4T; lo que llevará a un rompimiento una vez que la figura de AMLO no esté.

Y a los extraterrestres, primero investiguen, después opinan.

 

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