«Una Patria enaltecida» ha dicho el Presidente Andrés Manuel López Obrador desde el corazón de México. Esta vez se colocaron sillas en toda la plancha pues se avizoraba un discurso histórico quizá infinito en la memoria. Pero las miles de sillas han sido evidentemente insuficientes, el Zócalo y las calles aledañas están desbordados.
El Presidente historiador ha remitido nuevamente a los radicales Francisco Villa y Ricardo Flores Magón, «con el pueblo todo, sin el pueblo nada», mientras aquella «Pejemanía» asienta sus pasos, mismos que iniciaron en aquel Éxodo por la Democracia de 1991 y en las gestas contra el desafuero de 2005; son pasos y miradas con nostalgia, alivio y esperanza; las sonrisas con ojos llorosos se multiplican en el corazón de México. La gente se abraza y ríe, pero los nudos quiebran la garganta. Es oportuno llorar de alegría.
“7766 estudiantes han egresado de las universidades públicas y gratuitas del sistema Benito Juárez, ubicadas en zonas de alta marginación de todo el país”, se dice en el discurso del Informe de gobierno, un simple botón de muestra, de la nueva visión que se plantea educación y trabajo para el presente y futuro de los jóvenes, principalmente los más pobres. Ha muerto la nefasta y negligente concepción neoliberal que el PRIAN ejecutó para excluir a los jóvenes y lanzarlos al ocio destructivo y las filas de la delincuencia. Esta sola noticia serviría para identificar el innegable cambio de paradigmas que es la 4T.
“5758 comunidades pobres del país se han visto beneficiadas por lo recuperado por el Instituto para devolver al pueblo lo robado”, a través de entregas de zapatos, ropa y enseres confiscados en aduanas, relata el Presidente mientras la romería da vuelta a todas las calles aledañas, 20 de Noviembre, Madero, 16 de septiembre, 5 de mayo, 5 de febrero están colmadas; la raza se toma fotos con AMLOs de cartón. Los “Amlitos” proliferan. Llegan de todos lados del país por todos los medios posibles.
Los números que va detallando el Informe del Presidente podrían ser fríos, pero no son aquellas cifras maquilladas de la demagogia neoliberal, sino se acompaña de los cientos de miles de rostros que abarrotan la plaza y las redes sociales este 1° de septiembre por la mañana y que dan fe de que la Transformación ha llegado literalmente a cada hogar de México. Por eso no son números fríos son realidades.
Mariachis, bandas, música, antojitos, pancartas, trajes regionales, la mañana es una fiesta, niñas, niños, mujeres, hombres, adultos mayores, personas con discapacidad, jóvenes… se cimbra el corazón de México y esto no es una marea o un charco, es un océano completo, pues aquí es la casa de la resistencia y del movimiento de Transformación. Quizá más de 100 zócalos ha llenado el movimiento obradorista…
Una y otra vez «es un honor estar con Obrador» interrumpe el discurso, las pensiones de los expresidentes se han acabado y ahora se han fortalecido las pensiones del pueblo trabajador, que también habían sido desmanteladas por el PRIAN. Las banderas alusivas al mes patrio ondean en miles de manos.
Dice AMLO, desaparecimos el Estado Mayor Presidencial y pregunta ¿Quién me cuidó? -el pueblo, corea la gente. Una de las mayores ovaciones es cuando se expresa que los jueces y Magistrados serán electos por el pueblo, y la justicia estará al servicio del pueblo y no de la delincuencia organizada y de la delincuencia de cuello blanco, como todavía ocurre. El Presidente sonríe y cientos de miles de manos son levantadas en una encuesta directa en plaza pública a favor de la reforma al Poder Judicial. «Fuera Piña» retumba.
El Presidente se da tiempo de recomendar el libro La democracia en América del jurista e historiador francés Alexis de Tocqueville (1805–1859), para ilustrar a aquellos insensatos o tontos útiles que desconocen que en Estados Unidos la democracia se fundó en la elección de jueces.
¡Presidenta!, ¡Presidenta!, arenga el Presidente de México, nombra a la Dra. Claudia Sheinbaum como una mujer excepcional que dará continuidad a la transformación. En primera fila la presidenta electa saluda al pueblo. Es mujer, es científica, es de izquierda, pero sobre todo es de buenos sentimientos.
«Cuando la milpa se da bien alcanza hasta para el pájaro», en México ya no se aceptan modelos ni recetas impuestas por organismos financieros internacionales. Conciencia tranquila, satisfacción por lo logrado, no son sentimientos del Presidente en su despedida; sino de los presentes y los millones que siguen la trasmisión en las benditas redes.
«Herederos de la dignidad, heroínas y héroes anónimas y anónimos», atendiendo a los de abajo, nunca más olvidados ni humillados en la esencia del pensamiento del Humanismo Mexicano, es uno de los centros del mensaje. No se devaluó el peso, no se uso el Estado para reprimir a disidentes, no se hicieron las grandes obras como el Tren Maya con deuda, y se han ido derrumbando los mitos y mentiras usadas para meter miedo ante la llegada de un gobierno del Pueblo organizado que está por concluir un virtuoso y exitoso ciclo con 80% de aprobación.
