De sobra es sabido que una de las principales misiones de la Cuarta Transformación ha consistido en devolverle al pueblo lo que durante el periodo neoliberal fue privatizado y arrebatado de sus manos. En la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum ha emprendido una lucha por la recuperación y rehabilitación de todo tipo de espacios públicos, principalmente parques para que la gente goce de lugares en donde pueda realizar todo tipo de actividades recreativas y se pueda convivir en comunidad y armonía.
La semana pasada se hizo el anuncio de que los terrenos en donde se construía el ignomioso monumento a la corrupción que sería el NAICM, en Texcoco, ahora se utilizan para hacer un gran deportivo. La idea es espectacular: el lugar que representaba la corrupción y el despilfarro de los faraones del antiguo régimen, terminará siendo un espacio al que mujeres y hombres podrán acudir a hacer ejercicio y cuidar de su salud. Cosas de cambio de régimen.
Además se tiene contemplado desarrollar todo un proyecto para recuperar y reinventar el lago de Texcoco a través de un parque que sería el más grande del mundo. Contaría con áreas deportivas, lacustres y ecoturísticas y sería un referente internacional en cuanto a la lucha ecologista y la preservación de áreas naturales.
Todo esto, repito, en un lugar en el que según los últimos reportes, se desviaron mil 779 millones de pesos en el sexenio de Peña Nieto a través de empresas fantasma. Lo que sería un agravio histórico al pueblo de México a quien se le abandonaba al mismo tiempo que se construía una obra faraónica y exageradamente cara, terminará siendo un lugar al que todas y todos, sin privilegios, podrán acudir y disfrutar.
No somos iguales. A los voceros del antiguo régimen sólo les queda repetirlo una y mil veces para ponernos a su nivel y sembrar desesperación y temor entre el pueblo. Pero el pueblo no es tonto y sabe quiénes fueron sus verdugos. El pueblo sabe que mientras unos les robaban a manos llenas, otros luchan incesantemente por devolverle a la gente lo robado. Ahí donde antes había un lodazal de corrupción y malos manejos habrá convivencia y conservación de la naturaleza. Ahí donde secaban lagos se rehabilitará y premiará el esfuerzo de cientos de activistas del ambientalismo. Ahí en donde sólo podrían entrar quienes tuvieran dinero, será un espacio abierto a todas las clases sociales. Definitivamente no somos iguales. Eso sí calienta.
Marco Romero Sarabia. Concejal de Morena en la alcaldía de Benito Juárez. Politólogo e internacionalista del ITAM. Interesado en temas de salud pública y movilidad.
Twitter: @Ma_Sarabia