Por: Marcelino Gómez Brenes
El triunfo del movimiento que representa a la Cuarta Transformación en las pasadas elecciones del domingo 6 de junio deja claro el avance de la izquierda en el territorio nacional y muestra el respaldo popular al Presidente Andrés Manuel López Obrador, así como al proyecto alternativo de nación que encabeza.
Con la participación de la ciudadanía y del pueblo organizado se conquistaron para la izquierda estados como Zacatecas, Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit y Tlaxcala, con los cuales se proyecta será más sencillo refrendar la Cuarta Transformación en 2024 dando al proyecto seis años más para lograr su consolidación.
Lamentablemente, en Chihuahua las cosas fueron distintas. Si bien el triunfo de la izquierda en Ciudad Juárez y cuatro municipios más representa que el cincuenta por ciento de la población del estado tendrá una administración apegada a la 4T, no se puede dejar de lado que en la administración estatal volverá gran parte del clan duartista que tanto daño y saqueo han hecho a nuestro estado en el pasado.
En Chihuahua se pronostica un retroceso importante, inclusive, de lo poco que hizo Javier Corral como gobernador, hay que reconocerlo, en el combate frontal contra los personajes que, junto a César Duarte, robaron el patrimonio de los chihuahuenses. Todo eso se vendrá abajo, la misma mafia, ahora de diferente color, intentará marcar el rumbo de nuestro estado.
Es nuestra obligación prepararnos para lo que viene. Defender la esperanza del Pueblo chihuahuense de tener un gobierno que los represente, un gobierno del Pueblo y para el Pueblo. Es también nuestra obligación trabajar para todas y todos desde cualquier trinchera, por mínima que sea. La victoria de la reacción es moralmente imposible, pero nuestra victoria solo puede ser guiada, respaldada y consolidada por la organización. Así que compañeras y compañeros: mucho trabajo, organización, más organización y todavía más organización.