Del derecho humano a los excesos

Este miércoles la Maestra Rosario Piedra Ibarra en su calidad de Presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), comparece ante Comisión Permanente del Congreso de la Unión para presentar el Informe Anual de Actividades 2019 del organismo. 

Seguramente veremos en la comparecencia a los legisladores del Partido Conservador tratando de manchar la institucionalidad de este acto republicano de rendición de cuentas. Cabe recordar que el Senador Gustavo Madero Muñoz es parte de la Comisión Permanente, aquel legislador derechista que propinó una serie de jaloneos a compañeras senadoras de MORENA durante la toma de protesta de la Maestra Ibarra. La escena terminó con el Senador abalanzándose contra la Senadora Martha Guerrero a quien lesionó de una pierna.

Con apenas dos meses de su llegada, imagino que para la Presidenta Rosario habrá sido complicada la preparación del Informe. Por desgracia para el sistema de protección de los derechos humanos en nuestro país, la CNDH se había convertido en una institución burocrática y totalmente alejada de las víctimas de las violaciones de los derechos humanos.

En el primer año del nuevo Gobierno de México, en lugar de avocarse a cumplir con su mandato constitucional de velar por los derechos del pueblo, quien ocupaba la titularidad de la CNDH, se convirtió en un opositor político del gobierno, llegando a vergonzantes extremos. Como ejemplo está la defensa de los salarios exorbitantes de los altos funcionarios. 

Cada año durante los gobiernos del antiguo régimen, se establecieron salarios mínimos muy por debajo de la línea de bienestar, en clara violación a los derechos humanos de los trabajadores del pueblo de México. La CNDH  guardó silencio cómplice año tras año. Sin embargo, con la llegada del nuevo gobierno y las mayorías obradoristas en el Congreso, se llevó a la práctica el principio constitucional de que nadie en el gobierno puede ganar más que el Presidente de la República y se disminuyeron los sueldos exorbitantes de los altos funcionarios. Entonces sí, la CNDH, junto con otros organismos autónomos, emprendieron una estrategia jurídica para defender sus privilegios salariales.

La estrategia consistió en presentar acciones de inconstitucionalidad en contra de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, mejor conocida como Ley de Salarios Máximos y sus distintas reformas. A pesar de que este recurso jurídico está previsto en la Constitución para que la CNDH lo utilice contra leyes que violen los derechos humanos del pueblo, era tanta la desvergüenza que lo utilizaron para estos fines. 

Pero bien dicen que no hay mal que dure cien años. Ahora, el organismo se pone en manos de las víctimas y aunque no será fácil transformar la institución, estamos seguros que se acabaron los tiempos en que la CNDH defendía el derecho humano a los excesos de los altos funcionarios. No es casualidad que quienes añoran el pasado, hoy se rasgan las vestiduras por ver que las instituciones son puestas al servicio del pueblo, en este caso, al servicio de las víctimas.

  

Euripides Flores. Es colaborador del Grupo Parlamentario de MORENA en la Diputación Federal. Abogado por la Escuela Libre de Derecho de Puebla, con Maestría en Derecho Administrativo por la Universidad Panamericana. Obradorista convencido. 

@euripidesf 

 

 

Sobre el autor

Comparte en:

Comentarios