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Descubrí que amo a Milei

Estoy notando que hay una campaña internacional en contra de Milei, el único presidente latinoamericano que vale la pena. Supongo que no pueden con la envidia y con el odio a Argentina, que ha tenido uno de los ejércitos más reconocidos del mundo, sobre todo durante la dictadura. Milei, ese muchacho encantador, que además de buen cantante es un excelente bailarín, es el presidente que todo el mundo desearía tener (sin las patillas, claro): inteligente, mesurado, estratega, un ejemplo de diplomacia y de estadista que ya quisiéramos aquí en México, caray. Su porte además lo hace irresistible (¿lo han visto caminar?), junto con el dominio de su expresión verbal (¿lo han oído hablar?), muestra cabal de su talante intelectual, sin duda el de un erudito que domina las ciencias, la economía y cualquier cosa que sea necesaria para gobernar un país, salvo la historia, eso sí, aunque no es para tanto. El que le haya dicho Juan José de San Martín a un héroe nacional argentino que en realidad se llamaba José de San Martín, la verdad no es la gran cosa. Es como si le hubiéramos dicho Luis Miguel Hidalgo al Cura Hidalgo, o Mauricio Francisco I.  Madero a Francisco I. Madero. ¿Sí captan? O sea, nada del otro mundo. Pero de cualquier cosa se agarran. En fin.

¡Lo que digo es que Milei es tan buen gobernante, que ya lo está copiando Trump! ¡Sí señor! Están haciendo al gobierno chiquito, chiquito, como debe de ser. Primero, reduciendo los impuestos a los que más dinero ganan, porque son los que en realidad dan trabajo. O sea, a ellos se les debe poner alfombra roja y no andarles queriendo cobrar, como aquí le pasa al pobre de Ricardo. (Antes no era así, pero el mugre AMLO cambió todo, no lo olviden NUNCA). Allá es todo lo contrario. Y con eso, el gobierno debe sobre todo contratar sus servicios, no andar gastándolo en educación, o en salud, en fin, en todas esas cosas que deben estar en manos de gente como nosotros, bueno, como tu papá, que siempre anda a las vivas por contratos y negocios, sobre todo de aquellos que son un negocio redondo, como la energía, la gasolina y esas cosas que sí o sí todos usamos, ¿sí me entiendes? Y, sobre todo, darles a estas empresas, la mayoría extranjeras, obvio, porque son las que verdaderamente saben cómo hacerle, todas las facilidades para que todo lo que haya en el país, que ellos necesiten, lo puedan usar libremente, que si el agua, que si el petróleo, que si el litio, que si la gente, o sea, lo que se necesite para que sus empresas funcionen y entonces puedan crear empleos, ¿sí entiendes? Por eso Milei es mi ídolo. Está ofreciendo todo su país en venta para que por fin sean todos libres y los libres puedan crear empleos. Lo que sí es que ojalá se deshaga pronto de los argentinos, que son unos desagradecidos. Qué mala suerte tienes, México.

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