Pluma Patriótica

Share on facebook
Share on twitter
Share on telegram
Share on whatsapp
Share on email
IMG-20210729-WA0013

Después de AMLO

Por: Diego Iñaki Fernández

Contrario a lo que ocurría en sexenios pasados, cuando el presidente en turno buscaba prolongar lo más posible el fin de su mandato, López Obrador ha decidido adelantar los tiempos políticos. Faltando poco más de 3 años para que entregue la banda, Andrés Manuel mueve sus fichas y se prepara para su última gran elección.

En su mente, López Obrador tiene una cita con los libros de historia (usted juzgará si para bien o para mal). Después de tantos años abocado a la vida nacional, sus energías están concentradas en plasmar su nombre con letras doradas dentro de las páginas nacionales. Para lograr trascender como el gran Presidente que llevó a cabo la Cuarta Transformación de nuestro país en el siglo XXI su objetivo debe ser claro: elegir al candidato que garantice la continuidad de su proyecto de nación.

2024 es más que un simple proceso democrático. En las siguientes elecciones se enfrentarán dos visiones diametralmente opuestas de nación. Por un lado, tenemos una conflagración de intereses que se encuentran a disgusto con el actual gobierno por la pérdida de sus privilegios y la incapacidad de realizar negocios a costa del erario. Se trata de la oligarquía convertida en oposición y cuya única plataforma electoral es el odio, el miedo y el clasismo.

Del otro lado, un amplio sector de la ciudadanía que poco a poco se ha desencantado o ha quedado con una sensación de que el actual gobierno le ha quedado a deber, optará por el o la candidato que le proponga un proyecto refrende los aciertos y, sobre todo, atienda los pendientes de la administración obradorista.

En el camino hacia el ‘24 se configuran diversos escenarios que tendrán como resultado lo que llamo el México post López Obrador. En primer lugar, es importante mencionar que actualmente no se vislumbra en el horizonte un relevo natural que pueda suplir la figura de López Obrador dentro del espectro de la izquierda. Podrán gustar o disgustar sus formas, pero nadie puede negar la importancia de su figura y la trascendencia de este en la vida nacional.

Si bien existen actores políticos dentro de Morena (como Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal o Juan Ramón De la Fuente, por solo mencionar algunos), sus roles en la vida política a futuro de nuestro país son más coyunturales y no de actores políticos de largo plazo. Es por ello que en el 2024 tenemos la oportunidad como ciudadanía para formar y consolidar el ascenso de nuevos perfiles hacia un cambio generacional que busque impulsar una agenda progresista para México.

Segundo, la crisis en el sistema de partidos originada por el triunfo de López Obrador en 2018 terminará por agravarse en las siguientes elecciones. Partidos como Acción Nacional o el Revolucionario Institucional viven guerras intestinas. Infortunadamente para la democracia en nuestro país, la oposición fue cooptada desde hace ya varios años por élites partidistas parasitarias que prefirieron alejarse por completo de los intereses de su militancia. Si bien en las recientes elecciones obtuvieron algunos triunfos, esto se debió a la intensa campaña de desinformación y de odio que permeó en el imaginario social. La oposición seguirá fracasando mientras sostenga como única finalidad la de obtener el triunfo para regresar a lo vivido en administraciones anteriores.

El Presidente y su gabinete deberán tener especial cuidado de divisiones internas producto de la pugna por la candidatura. Si algo debe rescatarse de 2021 es que el partido divido será derrotado. De igual forma, ante la desesperación opositora resultará de suma importancia monitorea los intentos golpistas e injerencistas por los que abogan figuras deleznables de la oposición

Ante estos escenarios, López Obrador cuenta con un amplio margen de maniobra. Al escoger a su sucesor, estará entregando su movimiento y el monopolio de la agenda política, misma que le ha pertenecido por más de 21 años. Los tiempos políticos están cambiando en México y si quiere consolidar la Cuarta Transformación, deberá escuchar a sus seguidores y evitar los errores de 2021.

En sus manos está el rumbo que decida tomar camino a su retiro de la vida pública nacional, privilegio que no tuvieron expresidentes como Calderón o Peña Nieto, condenados al basurero de la historia.


@fernandezmdi
Politólogo, progresista y consultor político. Me especializo en análisis político y la comunicación de gobierno.

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on telegram
Telegram
Share on whatsapp
WhatsApp

Relacionado