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El camino hacia la polarización

La derecha avanza, la izquierda resiste y las fake news redefinen el futuro de Chile

La elección presidencial de 2025 en Chile se perfila como una de las más polarizadas y disputadas de la historia reciente. En los últimos cuatro años, bajo el gobierno de Gabriel Boric, la política nacional ha sido un escenario de tensiones y desafíos, donde la derecha ha logrado consolidarse como una fuerza decisiva, mientras la izquierda ha tenido que redefinir sus estrategias para retomar el protagonismo. En este complejo panorama, el impacto de las fake news ha sido determinante, afectando tanto los procesos electorales como la estabilidad política del país. Con las recientes victorias de la izquierda en las elecciones regionales y municipales, el mapa político chileno muestra un panorama de grandes disputas, lo que augura una batalla electoral intensa en 2025.

El ascenso de la derecha, un contexto de crisis y desacuerdos

Desde que Gabriel Boric asumió la presidencia en marzo de 2022, Chile ha sido testigo de una transformación política profunda. El joven líder del Frente Amplio, a la cabeza del gobierno más joven y diverso en la historia del país, impulsó un programa que prometía reformas radicales en áreas clave como la educación, el medio ambiente, la salud y, sobre todo, la redacción de una nueva Constitución. Sin embargo, los primeros años de su administración estuvieron marcados por una serie de desaciertos políticos, económicos y sociales que le restaron apoyo en amplios sectores de la ciudadanía.

La derecha chilena que parecía fragmentada y sin una clara figura de liderazgo experimentó un resurgimiento, la derrota del proyecto de nueva Constitución en el plebiscito de 2022, con el rotundo rechazo del 62% de los votantes, fue un golpe importante para el oficialismo, pero también un claro triunfo para la derecha, que se alineó de manera efectiva con los sectores más conservadores y moderados del país. Esta victoria en el plebiscito les permitió ganar terreno y ganar más apoyo popular.

A medida que el gobierno de Boric fue perdiendo credibilidad por la percepción de su incapacidad para resolver problemas como la inflación, la delincuencia y las demandas sociales, la derecha no solo consolidó su base tradicional, sino que se expandió al capitalizar el descontento popular. Figuras como José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, y la coalición de la derecha bajo la figura de Evelyn Matthei comenzaron a ganar terreno al presentar propuestas más conservadoras en temas de seguridad, inmigración y orden público.

El impacto de las fake news en la política chilena

Las fake news han jugado un papel crucial en la polarización de la política chilena en los últimos años. Desde las protestas de 2019 hasta las elecciones de 2021 y 2022, las redes sociales se han convertido en un espacio donde la desinformación circula de manera rápida y sin control. En un país donde la penetración de internet y las redes sociales es alta, las fake news se han transformado en una herramienta poderosa para manipular la opinión pública y moldear las narrativas electorales.

Durante las elecciones presidenciales de 2021, se difundieron diversas campañas de desinformación que buscaban desacreditar a los candidatos y a las propuestas de los partidos. En particular, la figura de Gabriel Boric fue blanco de múltiples ataques a través de plataformas como WhatsApp, Twitter y Facebook. Desde supuestas conexiones con grupos radicales hasta tergiversaciones sobre sus propuestas económicas, las fake news contribuyeron a crear un ambiente de desconfianza que afectó tanto la percepción de los votantes como el desarrollo de un debate político constructivo.

Sin embargo, la influencia de las fake news no se limitó al periodo electoral. En el gobierno de Boric, la circulación de desinformación ha continuado siendo un desafío constante. De hecho, los detractores del presidente han utilizado redes sociales para amplificar noticias falsas relacionadas con su administración, generando caos y desinformación sobre temas clave como la reforma tributaria, las políticas migratorias y la situación de seguridad en el país. Esta situación ha contribuido a la sensación de desestabilización, que ha afectado directamente la gobernabilidad y la capacidad de Boric para avanzar en sus reformas.

La resurrección de la izquierda, victorias en las elecciones municipales y regionales

A pesar de los obstáculos y la creciente polarización, la izquierda chilena ha logrado recuperar espacios en las recientes elecciones regionales y municipales, celebradas en 2024. En varias regiones y comunas, candidatos vinculados a sectores progresistas, muchos de ellos provenientes del Frente Amplio y del Partido Comunista, obtuvieron importantes victorias, lo que ha permitido que la izquierda recupere parte del apoyo popular que había perdido en el contexto de la crisis social y la inestabilidad económica.

El resurgimiento de la izquierda en estas elecciones no solo se explica por el retorno de figuras conocidas, sino también por la aparición de nuevos liderazgos que han logrado conectar con las demandas de las comunidades. En un clima político marcado por la desafección de muchos ciudadanos con las instituciones tradicionales, la izquierda ha sabido movilizar a sectores jóvenes y diversos que buscan una alternativa progresista a las políticas de la derecha.

Además, las victorias regionales y municipales han permitido a los líderes de izquierda recuperar una parte importante del control político a nivel territorial, lo que podría resultar crucial de cara a las elecciones presidenciales de 2025. Sin embargo, este resurgimiento no es suficiente para garantizar una victoria en la elección presidencial, sobre todo si se considera que la derecha sigue siendo una fuerza influyente y polarizadora.

Un panorama polarizado para las presidenciales de 2025

A tan solo un año de la elección presidencial de 2025, Chile se enfrenta a un escenario de alta polarización. El avance de la derecha en los últimos años ha dejado claro que la política nacional está cada vez más dividida entre dos bloques antagónicos: uno que aboga por el orden y la seguridad, y otro que apuesta por un enfoque progresista en lo social y económico.

Por un lado, la derecha ha logrado posicionarse como la principal alternativa al gobierno de Boric y se presenta como una opción sólida para los votantes que buscan estabilidad y seguridad. El éxito de José Antonio Kast, quien ya estuvo cerca de ganar en 2021, y el crecimiento de Evelyn Matthei como candidata de los partidos de la derecha histórica, indican que la derecha se encuentra en un momento de auge, con una agenda conservadora que está captando el apoyo de sectores tradicionales, como los empresarios, la clase media alta y aquellos que temen un retroceso en los logros sociales alcanzados en las últimas décadas.

Por otro lado, la izquierda, aunque debilitada, ha logrado superar algunos de sus peores momentos y se prepara para enfrentar el desafío de recuperar el apoyo popular. Las victorias locales en 2024 son un indicio de que los votantes no han olvidado las promesas de cambio y justicia social. Sin embargo, la fragmentación interna y las luchas por el liderazgo continúan siendo una amenaza que podría debilitar la cohesión de la izquierda en la carrera presidencial.

La elección presidencial de 2025 en Chile será sin duda un momento clave en la historia política del país.

La inestabilidad política, el desgaste de la figura presidencial de Boric, las luchas internas en ambos bloques y la constante manipulación de la opinión pública a través de la desinformación son factores que estarán presentes en cada etapa del proceso electoral. A medida que se acercan los comicios, los chilenos se enfrentan a una difícil decisión que marcará el rumbo del país para los próximos años, en un escenario donde la polarización, la fragmentación y las fake news un papel crucial.

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