“Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo. Evoca primero en los hombres y las mujeres el anhelo del mar libre y ancho.” Antoine de Saint‑Exupéry
Ese anhelo de cambio y de transformación son el combustible que se siente en el pueblo de la capital duranguense y que impulsa la campaña del Dr. José Ramón Enríquez. En nuestro país, la Cuarta Transformación ha demostrado que cuando se despierta ese deseo colectivo, las estructuras de poder pueden reformarse desde sus cimientos. En Durango, esa ilusión de cambio se concentra en la figura del Dr. Enríquez, quien este 1 de junio representa la promesa de llevar a la capital duranguense la energía, los principios y las acciones que ya están remodelando a México: austeridad y combate a la corrupción; programas sociales porque por el bien de todos, primero las y los pobres; e infraestructura y conectividad en todas las regiones del país.
Bajo el mando del expresidente Andrés Manuel López Obrador y ahora con la presidenta Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, morena instauró la austeridad republicana como un imperativo moral y práctico. Se eliminaron pensiones a expresidentes y las condonaciones fiscales a las grandes empresas, y se redujeron salarios estratosféricos. Al concebir la administración pública como servicio y no como botín, la Cuarta Transformación devolvió la confianza ciudadana en sus instituciones.
En el terreno social, México presenció la expansión de programas sin precedentes. La Pensión para el Bienestar de Adultos Mayores convirtió en derecho lo que antes era una medida clientelar; Jóvenes Construyendo el Futuro forjó un puente entre la educación y el empleo para más de un millón de jóvenes; y Sembrando Vida revitalizó el campo y la economía de 450 mil familias. Estos programas demostraron que el Estado puede actuar con generosidad y eficacia, priorizando a los más vulnerables para construir cohesión social y reducir desigualdades.
Durango ha empezado a sentir los frutos de esta política nacional: sus carreteras rurales se han modernizado, sus clínicas recibieron equipo de diagnóstico y sus jóvenes accedieron a becas que les abrieron puertas. No obstante, para consolidar y profundizar estos avances se necesita un liderazgo político que comprenda tanto la dimensión técnica como el pulso social. El Dr. Enríquez, oftalmólogo de reconocimiento internacional y político con gran trayectoria de lucha, encarna esa dualidad.
Su labor como Secretario de Salud del gobierno del estado de Durango se caracterizó por la gestión de 16 hospitales en la entidad; como médico oftalmólogo, junto con su esposa la Dra. Ana Beatriz, han llevado más de 70 mil cirugías extramuros a personas en situación vulnerable, devolviendo la vista a miles de personas. Como presidente municipal, instauró licitaciones digitales y auditorías ciudadanas, garantizando transparencia en cada obra. En el Senado, defendió presupuestos para fortalecer el IMSS‑Bienestar y programas de formación para médicos especialistas en zonas rurales.
Este 1 de junio, al marcar el voto, el Pueblo de la capital duranguense tendrá la oportunidad de hacer posible lo que por muchos años parecía imposible: alcanzar la transformación y ver un Durango donde la justicia social, la honestidad y la modernización lleguen de la mano de un líder probado. Votar por el Dr. Enríquez para transformar.