Alex Moreno
La pandemia ha obligado al cese de actividades ordinarias en Europa y en Estados Unidos; México y América Latina dan pasos hacia ese camino. De un momento a otro, todo se pone en pausa. En los programas televisivos no se habla de otra cosa. La desinformación y el pánico conducen a la histeria, a compras innecesarias y a difusión de fake news.
Las primarias demócratas pasan a un segundo plano; el impulso que tomó el feminismo en los últimos días se atenúa; las jornadas laborales empiezan a ser desde casa; las escuelas suspenden clases; se cancelan eventos masivos y lo poco que quedaba de futbol se jugó a puerta cerrada.
Como dice Valdano: el futbol es lo más importante de lo menos importante, pero para muchos se convierte en una médula indispensable, en el ocio fundamental del fin de semana. En ese sentido, antes de la suspensión del futbol del más alto nivel observamos un partido de época que permanecerá en la memoria por varios años: Liverpool vs Atlético de Madrid. Anfield es un estadio que impone a cualquiera, capaz de envolver a los más fríos en un ambiente cálido. El himno del Livepool, You’ll never walk alone, estremece a cualquiera, y a los rivales los carcome o sobreviven de manera heroica.
Esto último fue el caso del Atleti jugando a lo Simeone en un primer tiempo, sufriendo de más en el segundo asediado por el mejor equipo del mundo. El Liverpool aplasta, no permite que le quiten el balón, bombardea a sus rivales hasta acabarlos. Aún más, su gente en Anfield con su aliento incondicional lo contagia de fuerza y entusiasmo. Sin embargo, esa noche Oblak se encargó de detener todo. Durante media hora el equipo español correspondió a aquella letra que Joaquín Sabina le dedica: “qué manera de sufrir”. Al final de los 90 minutos en la última jugada un gol anulado a Saúl le da un halo de esperanza a los colchoneros y prefigura su reacción histórica para la prórroga. En el tiempo extra el Liverpool encuentra casi inmediatamente el gol, pero unos minutos después una presión alta de los visitantes provoca el error del arquero Adrián y el gol de Llorente. En ese momento, el Atleti revivió, el Liverpool arriesgó más y acabó doblegado en los contragolpes. Finalmente, el Atlético de Madrid consumó la gesta. La Champions se suspendió indefinidamente, pero estos equipos nos dejaron el juego del año, demostraron una vez más por qué el futbol es el deporte más hermoso que jamás se haya inventado.
Trasladando el futbol a la vida, alguna lección que podemos aprender en estos tiempos del covid-19 es la colaboración que marca el equipo de Simeone en cada sector de la cancha, el ímpetu y el apoyo que desde su trinchera siempre muestran los aficionados al Liverpool. La solidaridad y el sentido colectivo nos enseñan de nuevo a ser comunidad para salir de esta crisis. Podríamos resumir en los lemas de ambos equipos: You’ll never walk alone y Nunca dejes de creer. La colectividad y empatía: por un lado, el conocimiento de que solos no podremos librarla, y la esperanza de un futuro mejor, por el otro.
Alex Moreno. Licenciado en Geografía, UNAM-Universidad de Hamburgo. Primer lugar del Concurso Nacional de Tesis (2017), por la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales. Maestro en Ciencia Política por la Universidad de Essex.
Twitter: @alexmrhdz