Por: Arturo Vinicio Barajas
El día 2 de junio, el Pueblo de México decidió de manera contundente que Morena siguiera al frente de la presidencia. Con una votación histórica de más de 35 millones de sufragios, la Dra. Claudia Sheinbaum se convertirá en la primera mujer Presidenta de México. Sin embargo, no solo el Pueblo decidió que en el poder ejecutivo Morena continuara al frente, sino que también se ganaron la mayor parte de los 300 distritos electorales federales. Esto conlleva a que, con la ingeniería electoral de los partidos aliados —PT y PVEM— se haga viable el llamado Plan C, es decir, que la 4T tenga mayoría absoluta en la Cámara Baja y, muy posiblemente, en la Cámara Alta.
Lo anterior da pie a que las reformas que nuestro Presidente en su momento envió al Congreso y que fueron rechazadas por falta de una mayoría absoluta ahora sí puedan ser aprobadas. Recordemos que, para modificaciones constitucionales se requiere el voto de más de dos terceras partes de los congresistas, y esta mayoría garantiza ese número. Entonces, nuestra futura Presidenta tendrá el respaldo del Congreso de la Unión. No me cabe duda de que este momento histórico será utilizado para hacer las reformas necesarias que permitan tener un país mejor, sin que ello conlleve en ningún modo poner en riesgo nuestra democracia, como han estado difundiendo de manera irresponsable muchos medios alarmistas.
El Plan C, sin embargo, no solo se quedó en el Congreso de la Unión, sino que también en muchos estados, municipios y alcaldías el apoyo al proyecto de la 4T fue avasallador. Esto implica un compromiso muy grande con el Pueblo mexicano de muchas personas que, por primera vez, ocuparán cargos de elección popular o espacios al interior de la administración.
Este gran apoyo demostrado en las urnas tiene que convertirse en una gran motivación para todas las personas que actualmente son funcionarios y de los que lo serán próximamente, así como de los candidatos que el día de mañana serán alcaldes y alcaldesas, presidentes y presidentas municipales, diputadas y diputados locales. No hay margen de error en apoyar al Pueblo y en el compromiso de dar el 110% de las energías para que podamos tener un mejor municipio, estado y país. Todas y todos somos fundamentales en este proceso.
El Plan C conlleva una responsabilidad cívica y moral de no defraudar al Pueblo mexicano, de gobernar para todas y todos, de hacer el mejor trabajo posible en la trinchera que corresponda luchar. El Presidente dejó una gran y sólida base, en donde se puede construir el segundo piso de la cuarta transformación. Ahora toca a todas y todos los que ocupan y ocuparán un cargo demostrar que el Pueblo es sabio y que no se equivoca.
@Arturovbarajas
Chintololo de nacimiento, militante de izquierda, politólogo del ITAM y creyente de que la esperanza ya está sembrada.