La Cuarta Transformación tiene como base la erradicación de las desigualdades sociales, y una de las más profundas es la que existe entre hombres y mujeres; por eso el compromiso de la presidenta Claudia Sheinbaum con la igualdad sustantiva y por eso su compromiso en el G-20 fue con los 5 ejes de estrategias hacia las mujeres. El empoderamiento económico de las mujeres, la lucha contra la violencia de género, la inclusión femenina en las áreas STEM (acrónimo en inglés que hace referencia a las áreas de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas) y la integración de un enfoque de género en las políticas climáticas son los pilares que han de guiar los esfuerzos globales. Destaca el apoyo económico a mujeres mayores de 60 años, sin embargo, a pesar de los esfuerzos institucionales, hace falta más, mucho más…
Y justo el camino que toma INMUJERES es el que se necesita, con la campaña “Es tiempo de mujeres sin Violencia, Súmate y transforma” llama a la sociedad para visibilizar la cultura patriarcal y no quedarse calladas: no más complicidad entre los hombres. Debemos reconocer que es muy interesante la presentación de los 10 compromisos con los estados, que derivará en cambios desde los ayuntamientos, sin embargo, a pesar de los esfuerzos institucionales, hace falta más, mucho más…
¿Que hace falta? Un compromiso desde la iniciativa privada, que la igualdad sustantiva permee en las empresas, romper más techos de cristal, tener a más mujeres en puestos directivos, respetar los derechos laborales específicos para mujeres —desde permisos de maternidad, lactarios, etc.—. Hace falta eliminar los estereotipos sexistas de la comunicación comercial y la publicidad, que no haya más canciones, películas o programas de televisión que hagan apología de la violencia contra las mujeres. Debemos promover masculinidades corresponsables y no violentas desde la infancia y la adolescencia, a través de plataformas lúdicas y de gamificación, pongamos las tecnologías de información y comunicación al servicio de la difusión de las rutas de atención a las violencias contra las mujeres y niñas.
¿Qué hace falta? Que la sociedad en su conjunto se comprometa a cambiar estereotipos, a jamás justificar cualquier tipo de violencia contra las mujeres, y a denunciar siempre la violencia —por más mínima que parezca—, recordando que la violencia no es natural y, por lo tanto, se puede cambiar.