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El Obradorismo sin AMLO

En su reciente y último libro político, ¡Gracias!, el Presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que al término de su mandato se retirará de la actividad política, es decir, ya no será el líder del Movimiento, el cual encabezó por mucho tiempo.

Muchos simpatizantes y compañeros se ponen tristes al leer o escuchar esas palabras de despedida, sin embargo, se debe dimensionar que el Presidente López Obrador quiere romper con los patrones históricos que nos dejó el Maximato (1928-1934cuando Plutarco Calles gobernó a través de Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo Rodríguez, hasta que el General Cárdenas decidió romper con Calles.

Además, AMLO ha asegurado que no se debe tener apego al dinero y al poder. Por otro lado, a mi consideración, el primer mandatario está dando la oportunidad a las nuevas generaciones para que tomen el liderazgo del movimiento.

Es importante señalar que han sido pocos los movimientos de izquierda en América Latina que han podido continuar sin el liderazgo de quién inicio la causa. Por ejemplo, el chavismo ha seguido gracias al liderazgo del Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro; por su parte, el Castrismo ha continuado debido al mandatario cubano, Miguel Díaz Canel.

Sin embargo, tenemos casos en la región en donde los movimientos no se han podido articular sin su líder principal como en Argentina (el kirchnerismo), Ecuador (el correísmo) y en el caso de Bolivia, Luis Arce, actual mandatario, ha tenido diferencias con el expresidente Evo Morales, quien intentó participar en las elecciones de 2025 y se le fue negado.

En el caso de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva dejó la presidencia en 2010 con logros importantes en materia socioeconómica. Incluso se pensó que el movimiento iba a continuar, no obstante, su sucesora Dilma Rousseff fue removida del cargo gracias al Poder Judicial en 2015. El movimiento de Lula no pudo continuar sin él a tal grado que tuvo que competir en las elecciones presidenciales en 2022.

A mi consideración, faltó formación política en el Partido de los Trabajadores; además, no se pudo combatir la guerra mediática que se presentó todos los días.

Con respecto al kirchnerismo, el movimiento no ha aprendido vivir sin el liderazgo de Cristina Fernández, a quien intentaron candidatear en las elecciones presidenciales del año pasado, sin embargo, no se pudo porque ella está viviendo una guerra mediática y judicial por diversos casos.

Además, la izquierda argentina se ha fragmentado y permitido el ingreso de políticos que no comulgan con el movimiento, por ejemplo, Sergio Massa, Alberto Fernández o Daniel Scioli, quien actualmente pertenece al gobierno del ultraderechista de Javier Milei. Todos ellos traicionaron al Kirchnerismo sólo por tener el poder.

Dicho lo anterior, es fundamental que el próximo gobierno en México continúe con las conferencias mañaneras para contrarrestar la desinformación que promueven los medios de comunicación, si en Argentina o en Ecuador se hubiese aplicado esta herramienta de comunicación la historia sería otra.

Por otro lado, se tiene que seguir impulsando la reforma judicial para evitar un lawfare en contra de la próxima Presidenta de México. Por ello es indispensable obtener la mayoría del Congreso para que se pueda aprobar esta iniciativa.

Aunado a ello, es indispensable que los famosos “chapulines” no lleguen a lugares estratégicos dentro de Morena como sucedió en Argentina, en donde se excedieron de pragmatismo y permitieron a los “chapulines” estar en puestos importantes, lo que les facilitó dejar el camino libre a su verdadera ideología: la derecha.

Adicionalmente, se debe seguir fortaleciendo el Instituto Nacional de Formación Política de Morena, esto con el fin de que los nuevos cuadros políticos tengan claros los principios de no robar, no mentir y no traicionar.

Como lo dijo el escritor Pedro Miguel: “Si quieres enriquecerte, no te dediques a la política sino a los negocios.”

Y un principio fundamental en política es confiar en el Pueblo, ya que es el principal protagonista de los movimientos populares. Cabe señalar que el Presidente Francisco I. Madero se alejó de los campesinos, encabezados por Emiliano Zapata, y por ello Victoriano Huerta pudo derrocar a un movimiento democrático.

En tanto, quién quiera continuar con este movimiento se puede guiar con el libro de AMLO, ¡Gracias!, que es una herramienta para entender lo que es el Obradorismo, el cual se compone del humanismo mexicano y de la Economía moral.

Como se puede ver el Presidente López Obrador ha dejado las bases para que el Obradorismo siga sin su presencia, asimismo, ha asegurado que está sereno y contento porque la doctora Claudia Sheinbaum, quien lo ha sustituido en la dirección del movimiento, representa “una auténtica garantía de que tendremos un provenir de más justicia y más honestidad” en nuestro país.

 

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