Ese PAN que alguna vez fue una oposición con rumbo ideológico y con personajes como Manuel Gómez Morín, hoy no tiene ni para donde ir. No tiene la mínima congruencia ideológica y está plagado de personajes mediocres y corruptos cuyo único interés es el poder el poder. Un gran ejemplo es la PANdilla de Benito Juárez encabezada por Jorge Romero, Santiago Taboada, Luis Mendoza, Mauricio Tabe y Christian Von Roehrich, quienes a través de prácticas corruptas se apoderaron del PAN en la Ciudad de México.
Este grupo de personajes se creen tan vivillos e intocables que rayan en el cinismo al creer que ni siquiera van a sospechar de ellos y que pueden engañar a la gente. No se han dado cuenta de que la gente está informada y sabe sobre el esquema inmobiliario de corrupción que han impulsado, que algunos de sus miembros están en la cárcel y que incluso han aceptado reparar el daño o que el hermano de quien hoy busca ser alcalde, es un prófugo de la justicia.
Son los clásicos mirreyes que se sienten por encima de los demás, por eso extorsionaban empresarios para beneficiarse económicamente.
Son los clásico mirreyes que en grupos de WhatsApp demuestran su misoginia, como el chat donde se expuso cómo se conducen y qué es lo que piensan de las mujeres
Son los clásicos mirreyes que pisotean a quien tengan enfrente con tal de conseguir lo que quieren, por eso desplazaron incluso a personajes como Calderón y Zavala para poder controlar el PAN.
Y son los clásicos mirreyes a los que no les interesan quiénes los rodean, por eso permitieron la construcción de pisos adicionales sin importar las consecuencias.
Hoy, en el PAN son tan pequeños, mediocres y poco inteligentes que han reducido al partido a su peor momento: primero con una candidata que en el debate se comporta de forma infantiloide y sin propuestas; segundo, con un candidato a la Jefatura de la Ciudad de México que está plagado de escándalos de corrupción. No tienen a dónde hacerse y llevarán al PAN a su peor momento.