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El regreso a clases

Muchas cosas se han dicho sobre el eventual regreso a clases en un par de semanas y, lo que comenzó como un esfuerzo necesario para poder tener condiciones de dicho regreso, se convirtió en una nueva estrategia por parte de gente inconforme con el gobierno para hacer que esto se convirtiera en el nuevo anuncio del apocalipsis.

Pero como a cada intento de este tipo, siempre las cosas son más complejas que solo inventos o propaganda como repiten los opositores a cada paso y respiro que da AMLO. No basta con decir que este plan de regreso inicia por ser opcional —es decir: nadie está obligado a llevar a sus hijas e hijos si no se siente completamente seguro para hacerlo—; existen razones para tomar precauciones extras pues nos encontramos en una nueva ola de contagios y, desde hace más de un año, no conocemos la dinámica con un 30% más de población en el espacio público.

Por lo tanto, es muy claro que exista temor de quienes somos padres en este regreso; no obstante, existen razones que nos deben enseñar las nuevas realidades post pandemia. El estrés y ansiedad que enfrentan miles de familias con un encierro obligado desde hace un año empieza a tomar repercusiones serias, y es necesario ayudar a todas esas personas a que puedan tener una nueva opción para que estas consecuencias del aislamiento inicien un amortiguamiento.

A la par, hay un nuevo elemento importante —la vacunación— que contribuye a la disminución de la probabilidad de brotes con características fatales y, si bien aún no tenemos la capacidad para poder llevar a cabo la vacunación en menores de 18 años, las medidas que se pretenden son las que conocemos desde inicios del 2020 cuando no había vacuna: sana distancia, ventilación, lavado de manos y cubrebocas. Es cierto que este tipo de medidas en personas menores es complicado, pero no quiere decir que no sean capaces de aprender a cuidarse tanto como cuando aprendes ir al sanitario por cuenta propia.

Por lo tanto, todo ese panorama está dibujado para el regreso de clases. También es necesario señalar que muchas de las carencias que a los opositores les encanta resaltar son un balazo en el pie, pues fueron ellos quienes dejaron en el abandono a miles de escuelas en todo el país y hoy se reconstruye toda esa infraestructura.

Regreso sí, pero con todos los cuidados. Las redes de solidaridad entre nosotros deberían salir a relucir para que esta problemática social no sea un asunto de división, sino de cómo poder hacer una política de bienestar social necesaria de forma correcta. Por el bien de todos, primero las y los estudiantes.

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