Ella migró

Ella salvadoreña fue trasladada a un espacio seguro cuando se detectó que era golpeada por su esposo. Días después pidió regresar pues él es el sustento económico de la familia y ella tenía que pensar en sus hijos.

Ella beliceña esperó hasta llegar a las puertas del albergue para desvanecerse, aún no se sabe cuántos metros corrió para huir de quienes quisieron raptarla. El servicio médico tardó algunas horas para tranquilizarla.

Ella mexicana de 19 años huyó de la violencia provocada por la disputa de plazas al sur del país. Pagó $500.00 y $800.00 respectivamente en las dos ocasiones que secuestraron a su hijo de tres años. No terminó la secundaria, aquí se enteró que tiene al menos tres meses de un embarazo producto de una violación.

Ella guatemalteca, nació en una comunidad donde las mujeres no toman decisiones. Habla una lengua maya, carga con un niño en la espalda y tiene la vagina desgarrada. El Estado no estaba listo para recibirla, los coordinadores tardaron meses en identificar que no usaba toalla sanitaria porque quienes las repartían son hombres.

Ella hondureña, llegó a la ciudad fronteriza con su esposo y una pequeña. Llevan meses esperando su resolución de asilo. Un día él no llegó de trabajar, nunca regresó. La pequeña no podía dormir por las noches, cuando cerraba los ojos despertaba gritando. Una de esas noches mencionó el nombre de su papá pidiendo que se alejara. La psicóloga confirmó que él abusó de la menor.

Ella ecuatoriana accedió a trasladarse a un espacio seguro para recibir atención constante en la herida que se causó al saltar el muro. Platicó, pidió café y aceptó un cambio de ropa. Observó el teléfono, volteó a ver un tipo que pasaba desapercibido, le preguntaron porqué se retiraba, pidió que la dejaran en paz, era su decisión salir de ese lugar.

Ella peruana fue golpeada por su esposo en el albergue frente a todos. Ninguno intervino, fueron las demás quienes corrieron para dar aviso a seguridad. La Policía Municipal tardó una eternidad en llegar, tiempo que él utilizó para manipularla, haciéndole decir a los coordinadores que todo estaba bien, solo había sido un mal momento y no denunciaría. Sus hijos adolescentes imploraron que se lo llevaran. Estuvo detenido unas horas, pretende perseguirla por todo el país.

Ella nicaragüense fue privada de la libertad junto con su hijo y un amigo. En una camioneta abusaron de ella, él intentó defenderla pero lo golpearon y no le quedó más que taparle los ojos al niño. Los aventaron a las afueras de la ciudad, le quedaron fuerzas para ir a denunciar esa misma noche. El imbécil de recepción en la Fiscalía del Estado se tomó la atribución de cuestionarla para saber si valía la pena pasarla a declaración. El pequeño todas las mañanas se asegura que los pantalones de su mamá estén lo suficientemente ajustados antes de que salga a trabajar.

A propósito del 8M, se estima que el 80% de las mujeres migrantes son abusadas sexualmente en su tránsito por México. Les comparto algunos de los sucesos documentados en el Centro Integrador para el Migrante Leona Vicario en Ciudad Juárez donde el Gobierno de México a través de un gran equipo de mujeres hace todo lo posible para atender de manera integral a las personas migrantes y desplazadas.

 

Iván Moreno. Politólogo. Hincha de Tigres. Capacitador Estatal de Jóvenes Construyendo el Futuro en Coahuila, en comisión a cargo del Centro Integrador para el Migrante Leona Vicario en Ciudad Juárez, Chihuahua. 

Twitter: @Jeivan94

 

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