Ciudad de México a 14 mayo, 2025, 2: 18 hora del centro.
WhatsApp Image 2024-10-24 at 4.40.48 PM

Esclavos del algoritmo: la reforma que quiere devolverles derechos a los “Uber”

La Presidenta Claudia Sheinbaum busca cambiar las reglas del juego para los trabajadores de plataformas digitales. Su propuesta de reforma promete derechos básicos para quienes son llamados “socios” de empresas como Uber, DiDi y Rappi, pero que enfrentan la realidad de ser explotados por algoritmos y tarifas cambiantes. La iniciativa pretende romper con la ilusión de autonomía que vende el autoempleo, revelando que detrás de la promesa de ser tu propio jefe, los repartidores y conductores son, en realidad, esclavos de una demanda constante y sin garantías.

Se propone que sean considerados trabajadores, que exista el reparto de utilidades, que exista seguridad social conservando la flexibilidad de horas de trabajo que caracteriza al trabajo realizado en estas plataformas. Asimismo, contempla obligaciones a cumplir por los trabajadores y consecuencias en caso de brindar información falsa para poder trabajar en las plataformas.

No es la primera vez que un país enfrenta a los gigantes digitales. Reino Unido marcó un precedente en 2021 cuando la Corte Suprema reconoció a los conductores de Uber como empleados con derecho a salario mínimo, vacaciones pagadas y pensiones. Este fallo supuso una pequeña victoria para los trabajadores que, por primera vez, podían contar con un ingreso mínimo estable, en lugar de sobrevivir a merced de la oferta y la demanda. En Estados Unidos, el camino fue distinto. En California, la aprobación de la Proposition 22 permitió que las plataformas digitales continuaran clasificando a los conductores como contratistas, a cambio de seguros de salud y un ingreso mínimo garantizado. Sin embargo, esta solución a medias deja a miles de trabajadores sin las protecciones plenas que otorga un empleo formal, manteniéndolos vulnerables ante la lógica fluctuante del mercado.

La propuesta de Sheinbaum se asemeja más al modelo británico, un modelo que representa un respiro para quienes han estado atrapados en la narrativa del “autoempleo”. Pero, como suele ocurrir, el diablo está en los detalles. Reino Unido demostró que es posible darles a los conductores de plataformas derechos laborales reales. Las plataformas digitales, con su inmenso poder económico y su capacidad para moldear la opinión pública, no cederán sin resistencia. Podrían amenazar con reducir su presencia en el país o incrementar tarifas, lo que afectaría tanto a consumidores como a los propios conductores. La experiencia británica muestra que, a largo plazo, la formalización puede ser viable si se ajusta el marco regulatorio, pero no sin costos para todos los actores involucrados.

Byung-Chul Han, en La sociedad del cansancio, critica la idea del “emprendedor de uno mismo” que se ha vendido como una forma de liberación, cuando en realidad es un sofisticado mecanismo de autoexplotación. “El sujeto de rendimiento se explota a sí mismo hasta el agotamiento, creyendo que se está realizando” Y así, los conductores de Uber y los repartidores de Rappi se han convertido en sus propios capataces, trabajando jornadas interminables sin acceso a beneficios laborales básicos, mientras las plataformas cosechan las ganancias. La propuesta de Claudia Sheinbaum busca desmantelar este espejismo y devolver a estos trabajadores lo que les pertenece: el derecho a ser reconocidos como empleados, no como simples “usuarios” de una aplicación. Sin embargo, este es solo el primer paso en una lucha mucho más profunda. Porque, como bien señala Han, la verdadera emancipación del trabajador no puede venir de una ilusión de autonomía sin derechos. Y en la economía digital, la explotación se disfraza de libertad.

El potencial impacto de esta reforma en México es significativo. Y es indispensable no caer ante los chantajes corporativos de las empresas de salir de México, porque ¿a que otro mercado se irán? Reino Unido ha demostrado que la transición puede ser complicada, pero también que, si se hace bien, puede crear un mercado laboral más justo. En contraste, el caso de Estados Unidos con la Proposition 22 nos advierte de los peligros de priorizar la flexibilidad sobre la dignidad laboral: trabajadores con menos derechos y un mercado que sigue favoreciendo a las grandes corporaciones.

La propuesta de Sheinbaum es un llamado a despertar del sueño del “socio independiente”. Es una oportunidad para que los trabajadores de plataformas en México dejen de ser tratados como meros engranajes de un sistema digital y sean reconocidos como lo que son: trabajadores con derechos. Y también no hay que olvidar que esto no es un regalo del gobierno, es el fruto de años de lucha de las y los trabajadores de plataformas digitales. Las palabras de Byung-Chul Han resuenan en este contexto: la emancipación no puede venir de la ilusión de ser tu propio jefe cuando, en realidad, eres tu propio explotador.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sobre el autor

Comparte en:

Comentarios