Después de obtener la victoria electoral frente al duartismo en 2016, contar con un amplio reconocimiento del Pueblo chihuahuense y tener una legitimidad envidiable, Javier Corral dedicó cada de día de su administración a perder esos elementos que lo llevaron a estar posicionado como uno de los gobernadores más populares e incluso como un posible candidato a la presidencia en 2024.
Hoy las cosas han cambiado. Ante su baja popularidad (la peor dentro de los gobernadores de México), la derrota al interior de su propio partido, la imposibilidad de negociar o recibir algún espacio plurinominal y el inminente regreso del duartismo a la administración estatal, todo parece indicar que Javier Corral será el “fichaje estrella” de Movimiento Ciudadano para el próximo proceso electoral.
Es sencillo deducir que Corral sumará votos a Movimiento Ciudadano en Chihuahua, un estado donde no ha logrado consolidarse; a cambio, el hoy gobernador recibiría un espacio en las listas de representación proporcional del partido naranja.
El partido Acción Nacional se va quedando poco a poco sin aquellos cuadros sólidos que, por lo menos desde la tribuna y defendiendo su conservadurismo, daban un buen debate en contra de nuestro movimiento. Los de hoy son jóvenes y no tan jóvenes carentes de toda formación política e ideológica a los que solo los mueve la ambición al dinero.
No hay otro camino para Javier Corral: debe seguir sobreviviendo políticamente a través de la representación proporcional como lo ha hecho toda su carrera, para ello se pintará fosfo, fosfo y no lo dude, pronto lo veremos en algún exclusivo campo de golf relajándose con Samuel García.