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«Inauguration» 2025: Donald Trump

El lunes 20 de enero de 2025 estuve en Washington D.C. para presenciar la inauguration, o toma de posesión, del gobierno estadounidense por parte del presidente electo Donald Trump, quien hoy ya es el presidente constitucional de los Estados Unidos de Norteamérica. Iniciamos con un recorrido por el obelisco, el Capitolio y la Casa Blanca el sábado 18 de enero, cuando pudimos ser testigos de distintas protestas en contra del presidente electo —ese material lo puede usted consultar en nuestro canal de YouTube El Centinela Informa—. En ese recorrido pudimos constatar y contrastar diversos puntos de vista; encontramos latinos que apoyan a Donald Trump, y encontramos latinos temerosos por las nuevas políticas —que, al momento de escribir este texto, ya estaban siendo implementadas—. Una de ellas es que habrá “deportaciones masivas”, y que también los hijos de inmigrantes no podrán ser ciudadanos americanos por nacimiento. Además, ya se decretó  el nombramiento de la frontera con México como en «estado de emergencia»… Quisiera contarle toda nuestra experiencia de la cobertura en Estados Unidos, pero yo sí me encuentro indignado del trato que nos quieren dar los estadounidenses a los migrantes y a los latinos en general. Hoy hablaré más de historia para que usted sepa lo hipócritas que son los políticos estadounidenses, quienes además tienen memoria selectiva, porque ya olvidaron cómo financiaron a la contra nicaragüense negociando con el mayor narcotraficante de Colombia, Pablo Escobar. El acuerdo era que él inundara las calles de Estados Unidos de cocaína, para que les prestara sus aviones —que al regreso hacían escala en Nicaragua— y ahí aprovechaban para llevarles armas, financiadas por EE. UU. a la contra nicaragüense. Le comparto el siguiente fragmento:

“Al examinar las acusaciones del Mercury News y de otros medios, es importante entender el momento en que Estados Unidos financió a los contras. Las siguientes fechas explican los períodos en que el gobierno de Estados Unidos proporcionó fondos a los contras o los suspendió.
Anastasio Somoza Debayle fue el líder de Nicaragua desde 1967 hasta julio de 1979, cuando fue derrocado por los sandinistas. Cuando el presidente Ronald Reagan asumió el cargo en enero de 1981, canceló rápidamente el pago final de 15 millones de dólares de un paquete de ayuda de 75 millones de dólares a Nicaragua, revirtiendo la política de la administración Carter hacia Nicaragua. El 17 de noviembre de 1981, el presidente Reagan firmó la Directiva de Seguridad Nacional 17, autorizando la prestación de apoyo encubierto a las fuerzas antisandinistas. El 1 de diciembre de 1981, Reagan firmó un documento con la intención de ocultar la autorización del 17 de noviembre de operaciones antisandinistas. El documento describía el objetivo de los Estados Unidos en Nicaragua como el de interceptar el flujo de armas de Nicaragua a El Salvador, donde las guerrillas izquierdistas estaban recibiendo ayuda de las fuerzas sandinistas”.[1]

No olvidemos también que el gobierno estadounidense realizó un experimento con México con el operativo “Rápido y Furioso”, por el que varios exfuncionarios están acusados en nuestro país, y que consistía en poder rastrear las armas y darles seguimiento, esperando identificar a los responsables de su tráfico para proveerlas a narcotraficantes; sin embargo, la ATF les perdió la pista.

Esa información es púbica y usted la puede consultar en cualquier portal con tan solo poner el nombre del operativo. No olvidemos que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump está sentenciado por 34 cargos criminales y hoy quiere venir a darle clases de moralidad a nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien no tiene ni una sola acusación de corrupción o por cualquier otro delito. Entonces, hoy escribo esta columna con mucha valentía porque es momento de hablar de historia, sobre cómo Estados Unidos quiere convertirse en un “faro de la democracia”, pero es una podredumbre política, ya que los políticos estadounidenses son capaces de negociar con Dios y con el diablo con tal de no perder el “poder político” que supuestamente tienen en el mundo. No saben que Estados Unidos ya no es poderoso, pues su deuda con China asciende a más de 1 mil 59 billones de dólares (eso es un tercio de la deuda estadounidense mundial). Podría escribir una columna extensísima hablando de historia para dar a conocer todas las porquerías de la política estadounidense, pero solo voy a concluir con esta pregunta: ¿será tan hipócrita el Presidente Donald Trump para deportar a varios trabajadores latinos que laboran en el Hotel Trump y en la “Trump Tower”? ¿Soportaría una supervisión sorpresa del ICE en sus negocios? Esas preguntas las dejo ahí en el aire, y que las conteste quién quiera contestarlas, por todo esto, mi querido y amable lector, ¡no se deje engañar!


[1] https://oig.justice.gov/sites/default/files/legacy/special/9712/appa.htm

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