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Jalisco, donde el Congreso y las instituciones electorales juegan a favor del partido de Alfaro

La última legislatura jalisciense se ha caracterizado por los atropellos y violaciones constitucionales, por las votaciones a modo y en perjuicio de la ciudadanía, debido a la mayoría abrumadora del partido Movimiento Ciudadano, que se encuentra además en el poder en el ejecutivo estatal. En 2019, una de las primeras votaciones que vulneró los derechos humanos de las mujeres fue la desaparición del Instituto Jalisciense de las Mujeres, que en ese entonces era el Mecanismo de Adelanto para las Mujeres; estas instancias forman parte del andamiaje institucional de la política pública nacional de igualdad y prevención de las violencias contra las mujeres. Tuvimos que ser las colectivas quienes dimos la batalla en contra de la desaparición de dicho instituto para lograr que la Secretaría de Igualdad Sustantiva se transformara en el Mecanismo de Adelanto para las Mujeres Jaliscienses.

Los mecanismos de adelanto para las mujeres, así como otras políticas públicas, acciones y programas, forman parte de las acciones afirmativas que el Estado ha implementado para acortar las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres. La Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, en su artículo 5, fracción I, define las acciones afirmativas como: “el conjunto de medidas de carácter temporal correctivo, compensatorio y/o de promoción, encaminadas a acelerar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres”.

En materia de derechos político-electorales, estas acciones afirmativas se implementaron a través de las cuotas de género, que en su momento representaron una medida de carácter temporal donde las candidaturas deberían tener un 30% por lo menos de mujeres. En el 2019, con la reforma constitucional “paridad en todo”, después de una larga lucha de las mujeres logramos dejar atrás las cuotas y trasladarnos a la paridad 50/50 en todos los cargos de elección popular. Esto significó ir más allá de las acciones afirmativas, que en su momento impulsaron mayor participación política de las mujeres, para acceder a los espacios y candidaturas que como ciudadanas y más de la mitad de la población mexicana nos corresponden. Pasamos de las acciones afirmativas a la igualdad sustantiva ante la ley.

La elección de 2021 para Jalisco fue la primera después de dicha reforma; en esta (como en la de 2018, cuando hubo paridad horizontal para las candidaturas a las presidencias municipales) quedó a discreción de la autoridad electoral cómo se aplicaría en la práctica la designación de las candidaturas para que las mujeres pudiéramos competir en igualdad de condiciones, tanto en los municipios de mayor índice poblacional como en los de mayor competitividad según el partido por el que participaba cada candidata-

En noviembre de 2020 el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco emitió los Lineamientos de Paridad para la elección 2021, donde se establecían las dos categorías mediante las cuales se definirían las candidaturas. El primero era la competitividad: se hicieron bloques particulares por cada partido político que hubiera competido en una elección previa donde según el historial electoral tenia mayor o menor competitividad, aunque esto no aplicó para los partidos de nueva creación. El segundo era la población: se hicieron bloques para todos los partidos políticos donde según la densidad poblacional tenían que designar mitad mujeres y mitad hombres en esos bloques poblacionales. El problema surgió cuando en el bloque poblacional alto-alto, que correspondía a  los 10 municipios más poblados de Jalisco, existía una diferencia abismal entre el municipio más poblado y el que se encontraba en el décimo lugar. Tomando en cuenta esta situación, mujeres de todos los partidos, activistas y feministas promovimos diferentes recursos para impugnar dichos lineamientos que, a nuestro juicio, tenían que establecer que en los 5 municipios más poblados de Jalisco (Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá) deberían designarse por lo menos 2 candidaturas a las mujeres por cada partido político. Dichos recursos fueron desechados bajo el alegato de que no se podía indicar a los partidos políticos que género en específico poner por candidatura.

Hoy que se impugnó la convocatoria exclusiva para mujeres por considerarse una artimaña política y un uso faccioso de la paridad, el Tribunal Electoral (que 6 meses antes desechó los recursos impulsados por las voces de muchas mujeres jaliscienses) repentinamente se volvió feminista y aliado de las mujeres, justo cuando le conviene al Estado y al partido en el poder: Movimiento Ciudadano y al titular del ejecutivo Enrique Alfaro.

Las instituciones en Jalisco juegan cómo y a lo que nuestro gobernador necesite, a costa de cualquier cosa, pero principalmente a costa de nosotras: las mujeres.

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