WhatsApp Image 2024-10-21 at 14.58.45 (1)

Kamala Harris y Donald Trump desde las redes sociales

Con la elección presidencial de los Estados Unidos a la vuelta de la esquina, tanto Kamala Harris como Donald Trump hacen todo por distanciarse él uno del otro. La estrategia comunicacional de ambos ha evolucionado significativamente, con un enfoque cada vez más fuerte en las redes sociales como el principal campo de batalla.

Para la candidata demócrata, su equipo y sus asesores han buscado proyectar una imagen de liderazgo cercano, inclusivo y orientado hacia el futuro. Harris utiliza redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram y TikTok para conectar con audiencias jóvenes y diversas, destacando su apoyo a causas progresistas como la justicia racial, los derechos de las mujeres y la crisis climática.

Su enfoque en redes sociales es el de generar empatía entre el mayor número posible de electores estadounidenses. Con videos cortos e imágenes donde aparece en actos públicos, o compartiendo anécdotas personales, han logrado humanizar su figura política. Un ejemplo clave ha sido su participación en transmisiones en vivo en Instagram, donde discute políticas públicas de manera accesible, fomentando una interacción directa con la ciudadanía. Uno de sus mayores logros es mantener un tono genuino, evitando la saturación de mensajes abiertamente políticos.

La apuesta de la campaña de Harris por las redes sociales tiene un objetivo claro: convencer y sumar a los jóvenes de las generación Z y a los llamados millenials. Según datos del diario Milenio, tan solo en meses recientes, Kamala, ha gastado 80 millones de dólares en anuncios publicitarios en las distintas plataformas frente a escasos 15 millones por parte del candidato Republicano. Será interesante analizar el incremento de las preferencias electorales reflejadas en las distintas encuestas comparado con la inversión en publicidad por parte de ambos candidatos.

Por otro lado, Donald Trump sigue siendo un maestro en el uso de redes sociales, a pesar de haber enfrentado restricciones en plataformas como Twitter (ahora X) y Facebook tras los eventos del 6 de enero de 2021. Prueba de ello es la creación de su propia plataforma, Truth Social, que le ha permitido seguir comunicando de manera directa con su base de votantes. Contrario a Kamala Harris, vemos un tono directo, combativo y que busca la controversia para posicionar el mensaje.

Trump busca acrecentar la polarización y mantiene su narrativa de «luchar contra el sistema» y un supuesto rechazo a las élites políticas tradicionales. Aquí podemos ver como esta tendencia narrativa es utilizada por las derecha en todo el continente, siendo Trump el faro para actores como Milei entre muchos otros.

Sin embargo, su estrategia ha evolucionado, y se ha adaptado a las nuevas condiciones del ecosistema digital. Mientras que en su campaña de 2016 se centraba en Twitter para lanzar mensajes casi instantáneos, ahora combina su presencia en Truth Social con videos más largos en plataformas como Rumble y YouTube, donde puede profundizar en sus argumentos sin las limitaciones de caracteres o las políticas más estrictas de contenido.

Otra de las características de su actual estrategia en redes es el uso de memes y contenido visual que busca generar reacciones emocionales rápidas, así como mucha conversación en redes sociales.

Dicho lo anterior, uno de los factores clave en la evolución de las estrategias de Harris y Trump ha sido el cambio en los algoritmos de las plataformas sociales. Estas redes, que favorecen el contenido que genera mayor interacción (me gusta, comentarios y compartidos), han incentivado la producción de mensajes más emocionales o polarizadores. Mientras Harris ha tratado de equilibrar esto con un enfoque inclusivo y positivo (Esperanza), Trump se decanta por el conflicto y la controversia, (Polarización).

La contienda presidencial de 2024 será una de las más reñidas y donde la digitalización de las campañas tendrán mayor influencia en la historia de los Estados Unidos. Los equipos de ambos candidatos y sus estrategas han entiendo que las redes sociales no son solo plataformas para comunicar, sino canales para determinar la opinión pública del electorado.

Habrá que tomar con mesura las posibles lecciones que arroje dicha elección, pues muy seguido se cae en el error de tratar de replicar en Latinoamérica las mismas recetas que en el vecino del norte.

Sobre el autor

Comparte en:

Comentarios