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Kohei Saito y el comunismo democrático: una alternativa frente a la crisis global

En un contexto de crisis climática, desigualdad creciente y malestar social, el filósofo japonés Kohei Saito emerge como una de las voces más innovadoras en la crítica del capitalismo contemporáneo. Con su libro Capital en el Antropoceno, Saito propone una alternativa radical: el comunismo democrático, una visión que busca equilibrar las necesidades humanas con la protección del medio ambiente y la justicia social.

Saito retoma a Karl Marx, desde una perspectiva ecológica, enfocándose en cómo el capitalismo no solo explota a las personas, sino también a la naturaleza. Según Saito, las crisis económicas y ambientales están profundamente conectadas y tienen una raíz en común: la desmedida y absurda búsqueda del crecimiento económico a costa de los finitos recursos del planeta.

En su análisis, Saito identifica al capitalismo como el principal culpable de la degradación ambiental. Para no ir tan lejos, fenómenos meteorológicos como Milton en el Golfo de México son una marcada prueba de ello. Esta visión subraya la incompatibilidad entre el sistema capitalista y un futuro sostenible, lo que lo lleva a proponer un modelo alternativo que sea capaz de abordar tanto la justicia social como la crisis ecológica.

Por ello, Saito, plantea el comunismo democrático, alejándose de los modelos comunistas del siglo XX, caracterizados por economías centralizadas y gobiernos autoritarios. La simple palabra comunismo puede causar urticaria en amplios sectores de la población.

En cambio, lo que propone es un sistema donde las decisiones económicas y políticas se tomen de manera democrática, con un enfoque en la sustentabilidad ecológica y el bienestar de la comunidad.

Este modelo no se basa en el crecimiento económico infinito, sino en la redistribución equitativa de recursos y una producción orientada a satisfacer necesidades reales, no al consumo excesivo. Saito aboga por una reducción en los niveles de producción y consumo, reconociendo la excasez de los recursos en el planeta. En su visión, la vida en una sociedad comunista democrática estaría marcada por un equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, en lugar de la explotación desenfrenada de ambos.

Una de las ideas clave en el pensamiento de Saito es la del «descrecimiento», que plantea la necesidad de reducir la producción industrial y la explotación de recursos para evitar el colapso ecológico. Sin embargo, Saito no defiende un retorno a una vida austera, sino una reorganización de la economía para que todos los seres humanos puedan disfrutar de una vida digna sin comprometer el medio ambiente.

Aunque el comunismo democrático de Saito ofrece una alternativa esperanzadora, enfrenta numerosos retos como los intereses políticos y económicos que sostienen al capitalismo actualmente.

Asimismo, la idea de reducir el consumo y la producción puede parecer impopular en un mundo donde el bienestar está vinculado al crecimiento económico. Sin embargo, Saito insiste en que la búsqueda del crecimiento sin fin no solo es insostenible, sino que ha llevado a una crisis climática que amenaza la supervivencia de la humanidad. La transición hacia un comunismo democrático implicaría un cambio cultural y político, donde el éxito se mida no por el PIB o el poder adquisitivo, sino por la calidad de vida y la salud del planeta. Ya en su momento el expresidente Andrés Manuel López Obrador llegó a plantear la necesidad de medir la economía en términos de bienestar y no de PIB o ingreso per cápita, este tipo de ideas van de la mano con lo planteado con Kohei Saito.

La crisis climática es el gran catalizador que, según Saito, puede empujar a la humanidad hacia un modelo de comunismo democrático. A medida que los efectos del cambio climático se vuelven más evidentes, es probable que más personas cuestionen la viabilidad del capitalismo y busquen alternativas. Las soluciones tecnológicas dentro del capitalismo, como la energía verde y los mercados de carbono, no son suficientes ya que estas soluciones no abordan las causas profundas de la crisis: la lógica de acumulación y explotación inherente al capitalismo.

Saito advierte que si no actuamos ahora, nos enfrentaremos a un futuro de catástrofes naturales, migraciones masivas y conflictos por recursos. En su opinión, la única manera de evitar este escenario es adoptar una economía postcapitalista que valore el bienestar humano y la sustentabilidad por encima de las ganancias.

El comunismo democrático, tal como lo propone Kohei Saito, es una invitación a repensar nuestras prioridades como sociedad. Si bien es una propuesta radical, también es una respuesta lógica a los desafíos sin precedentes que enfrentamos hoy. La crisis climática, la desigualdad global y el agotamiento de los recursos nos obligan a imaginar nuevas formas de vivir y organizarnos.

Saito nos recuerda que el cambio no será fácil ni inmediato, pero insiste en que un mundo más justo y sostenible es posible si estamos dispuestos a cuestionar las estructuras actuales y construir algo nuevo, basado en la cooperación, la democracia y el respeto por el planeta.

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