La consulta ciudadana anteriormente careció de peso o, cuando no fuera de carácter constitucional, se intentó reducir a un simple ejercicio ciudadano para demostrar que siempre ha existido un repudio y descontento hacia los expresidentes desde Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto.
Por tanto, aunque el Presidente Andrés Manuel López Obrador pueda estar en contra o favor de esta, lo cierto es que se llevará a cabo el próximo 1º de agosto, ya una vez aprobada por los legisladores para así poder llevar ante la justicia a quienes gobernaron México desde 1988.
Hay expertos que aseguran que es “inviable” por la materia a consultar; dicen que tiene un trasfondo político y no jurídico. Ante esto, es muy explícito y claro que no tendrá carácter jurídico, pero sí demostrará formalmente que una gran mayoría de la población desea que los expresidentes sean denunciados, aprehendidos, juzgados y sentenciados. ¿Trasfondo político? Por supuesto, estamos hablando de personajes que en aras de la corrupción e impunidad durante años navegaron con alevosía; crearon cotos de poder con personajes iguales o peores de siniestros como el crimen organizado y grupos políticos de mayor rango o peso que pueden bien crear o generar caos como medida de represalias. Entonces, sí, ya hemos pasado por muchas cosas inimaginables e inhumanas, ¿seguiremos entonces de voces calladas por temor? No, tenemos que alzarlas y demostrarlo con toda la libertad a través de un sí, que sean denunciados.
Después de todo, la población enardecida desde hace años siempre ha querido manifestar su inconformidad de forma legal, bajo el amparo de la Constitución, pues entonces ahora es el momento; ahora o nunca.
La legislación refiere que, cuando se trate de una consulta impulsada por los ciudadanos, será la SCJN la que califique la trascendencia nacional de los temas que se quieren someter a consulta. ¿Y no fue que, en primera instancia, la hemos impulsado como Pueblo junto al hoy Presidente de los Estados Unidos Mexicanos por allá del 2012, como un ejercicio meramente ciudadano que demostraba que sí, si existe inconformidad? Así, lo volvimos a demostrar en agosto del año pasado, cuando innumerables grupos de ciudadanos de a pie impulsamos la recolección de firmas para poder solicitar el Juicio a Expresidentes y así lo demostramos con más de 2 millones de firmas recabadas. Pues hay que recordar que, para tramitar una consulta ciudadana, existen tres caminos:
- A petición del Presidente de la República.
- A propuesta del 33% de los integrantes de cualquiera de las Cámaras del Congreso (equivalente a 165 diputados o 42 senadores).
- A petición del 2% de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores que hasta la última actualización de INE ascendía a 90 millones 036,367 mexicanos (es decir 1 millón 800,727 ciudadanos).
Así que, esta es la tercera y la tercera es la vencida. Ahora es cuando: o lo hacemos o será en vano todo el esfuerzo hecho por esta gran lucha.
Ahora o nunca; todo o nada.